MADRID, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
Limitar un recurso muy necesario podría enfrentar a los patógenos entre sí y prevenir la aparición de resistencia a los medicamentos. Una nueva investigación publicada este lunes en 'Proceedings of the National Academy of Sciences' demuestra que aprovechar la competencia entre patógenos dentro de un paciente podría prolongar la vida de los medicamentos existentes donde en los que ya hay resistencia y evitar que surja resistencia a nuevos medicamentos.
"La resistencia a los medicamentos está obstaculizando los esfuerzos para controlar el VIH [virus de la inmunodeficiencia humana], la tuberculosis y la malaria, que colectivamente matan a casi 3 millones de personas en todo el mundo cada año", explica la autora principal del artículo, Nina Wale, estudiante graduada de la Universidad de Pensilvania (Penn State), en Estados Unidos, en el momento de la investigación.
"También complica la recuperación de cirugías importantes y la quimioterapia del cáncer. Nos enfrentamos a un gran problema: ¿qué podemos hacer cuando un paciente está infectado con un agente patógeno resistente a los medicamentos, lo que hará que el tratamiento falle? Podríamos usar otros fármacos, pero puede no haber disponibles otros medicamentos y desarrollar otros nuevos es un proceso largo y costoso. Al aprovechar la competencia entre parásitos dentro de un huésped, logramos utilizar un medicamento existente para tratar con éxito una infección, incluso cuando los parásitos resistentes a los medicamentos ya estaban allí".
La resistencia a los medicamentos se origina cuando un patógeno, como un parásito, un virus o una bacteria, desarrolla una mutación genética que le permite evitar ser asesinado por el medicamento. Incluso, si solo un patógeno individual tiene esta mutación, como suele ser el caso cuando surge la resistencia, ese individuo puede replicarse en una población de miles de millones una vez que sobrevive al tratamiento con fármacos. Pero, a menudo, la resistencia tiene un costo y los patógenos resistentes a los fármacos a menudo no adquieren ciertos recursos tan eficientemente como otros patógenos, o pueden requerir más del recurso.
"En ausencia de tratamiento farmacológico, lo único que impide que los patógenos resistentes se propaguen es la competencia con los patógenos que son sensibles al tratamiento farmacológico", afirma el autor principal del artículo, Andrew Read, profesor de Biología y Entomología y profesor de biotecnología en Penn State. "Estamos utilizando la fuerza natural de la competencia para controlar los resistentes y los medicamentos convencionales para tratar los sensibles", especifica.
MANIPULACIÓN ECOLÓGICA PARA ALARGAR LA VIDA ÚTIL DE UN FÁRMACO
Los investigadores manipularon un nutriente en el agua potable de los ratones que es utilizado por los parásitos de la malaria durante una infección, al igual que un jardinero podría manipular los nutrientes a través de los fertilizantes para favorecer a ciertas plantas. Esta intervención dietética se utilizó junto con los medicamentos tradicionales como un tipo de terapia de combinación.
"Tratamos a los ratones infectados con parásitos de la malaria sensibles a los medicamentos con fármacos tradicionales --apunta Wale--. Cuando los ratones recibieron el nutriente, el tratamiento fracasó en el 40 por ciento de los ratones y confirmamos mediante una variedad de pruebas que esto se debió a que aparecieron cepas resistentes a los medicamentos. Pero cuando el nutriente estaba limitado, la infección no se recuperó en un solo ratón. Limitando este nutriente, evitamos la aparición de resistencia a los medicamentos".
Luego, los científicos confirmaron que sus resultados se debieron a la competencia entre parásitos y no a algún otro efecto de limitar el nutriente. Cuando los roedores tratados con medicamentos se infectaban solo con cepas resistentes y el nutriente era limitado, los parásitos resistentes sobrevivían. Pero cuando los animales tratados con fármacos se infectaron con parásitos sensibles y resistentes, la limitación del nutriente evitó que los parásitos resistentes crecieran, incluso cuando los parásitos resistentes estaban presentes inicialmente en cantidades mucho mayores que cuando, por lo general, aparecen por primera vez en un huésped.
"Este estudio es una prueba de principio de que una manipulación ecológica puede permitir continuar usando un medicamento --dice Read--, incluso cuando los patógenos resistentes que de otro modo causarían un fracaso en el tratamiento están presentes en grandes cantidades. Los investigadores todavía están buscando puntos débiles de patógenos resistentes, pero lo hacen en ausencia de susceptibles. Nuestro trabajo muestra que los estudios que no involucran este aspecto de competencia carecen de la fuerza natural que mantiene la resistencia bajo control y que están perdiendo una gran cantidad de potencial de manipulación".