MADRID 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un compuesto de aminoácidos desarrollado recientemente trata con éxito la enfermedad del hígado graso no alcohólico en primates no humanos, lo que acerca a los científicos al primer tratamiento humano para esta afección que está aumentando rápidamente en todo el mundo, según sugiere un estudio, publicado en la revista 'Cell Metabolism'.
Los investigadores de Michigan Medicine (Estados Unidos) desarrollaron el DT-109, un tripéptido a base de glicina, para tratar la forma grave de hígado graso denominada esteatohepatitis no alcohólica. Esta enfermedad, más conocida como EHNA, provoca cicatrices e inflamación en el hígado y se calcula que afecta hasta al 6,5% de la población mundial.
Los resultados revelan que el DT-109 revirtió la acumulación de grasa y evitó la formación de cicatrices en los hígados de ratones y primates que habían desarrollado EHNA. El estudio se realizó en colaboración con un equipo internacional que incluye el Centro de Animales de Laboratorio del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad Jiaotong de Xi'an y el Instituto de Ciencias Cardiovasculares del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Pekín (China).
"Durante años, los científicos han intentado desarrollar un medicamento para tratar la EHNA, pero muchos de los intentos no han conseguido mejorar la situación o han suscitado problemas de seguridad en los ensayos clínicos", recuerda el doctor Eugene Chen, autor principal del estudio y Catedrático Frederick G. L. Huetwell de Medicina Cardiovascular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan.
"La EHNA está aumentando a un ritmo asombroso, y el éxito del tratamiento de primates no humanos con nuestro fármaco candidato, DT-109, nos acerca más que nunca al tratamiento de los millones de personas que padecen esta enfermedad", resalta.
La EHNA es la segunda fase de la enfermedad del hígado graso no alcohólico, que se calcula que afecta al 32% de la población mundial. Mientras que la enfermedad del hígado graso puede tratarse con ejercicio e intervención nutricional, el daño hepático de la EHNA es más permanente. Se ha convertido en la principal causa de enfermedad hepática crónica, y la cirrosis relacionada con EHNA es actualmente uno de los motivos más frecuentes de trasplante de hígado.
Chen y su equipo desarrollaron el DT-109 para tratar la EHNA en primates no humanos después de que se publicara que la alteración del metabolismo de la glicina era una de las causas de la enfermedad del hígado graso no alcohólico y la EHNA.
Aunque cientos de compuestos han tratado con éxito la EHNA en ratones, incluido el DT-109, Chen afirma que los modelos de EHNA en ratones son limitados porque no imitan con exactitud todos los aspectos de la enfermedad humana y, por tanto, no son fácilmente trasladables a la clínica. El modelo de EHNA en primates no humanos del equipo de investigación, confirmado mediante estudios de perfiles multiómicos, es uno de los primeros en conseguirlo.
Tanto en primates no humanos como en ratones, los investigadores de la colaboración internacional descubrieron que el tratamiento con DT-109 revierte la acumulación de grasa y evita la progresión de la fibrosis al estimular la degradación de los ácidos grasos y la formación de antioxidantes.
El fármaco también inhibió la producción de ácido litocólico, un ácido biliar secundario tóxico estrechamente relacionado con la enfermedad del hígado graso no alcohólico.
"Con este importante avance en modelos preclínicos, ahora podemos considerar la evaluación del DT-109 como posible fármaco candidato para el tratamiento de la EHNA en futuros ensayos clínicos --afirma el doctor Jifeng Zhang, coautor del estudio y profesor asociado de investigación en medicina cardiovascular en Michigan Medicine--. Con millones de personas que padecen EHNA, la necesidad de un tratamiento eficaz es más acuciante que nunca".