MADRID 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
El laboratorio farmacéutico Pfizer ha presentado este martes 'Xiapex', un tratamiento a la enfermedad de Dupuytren que evita el paso del paciente por la sala de operaciones. Esta dolencia se genera por la acumulación excesiva de colágeno en las palmas de las manos y su progresiva extensión puede llegar a generar contractura en los dedos.
El jefe médico de la Unidad Especializada de Pfizer, Carlos Sánchez, ha destacado que este tratamiento es la primera y única alternativa "eficaz" a la cirugía, que tiene como objetivo eliminar la contractura en los dedos. "Se trata de un producto innovador, que aporta un valor añadido evidente", ha añadido.
La enfermedad de Dupuytren se caracteriza por la aparición de nódulos en las palmas de las manos que pueden derivarse en la formación de cuerdas. La extensión progresiva de estas cuerdas hasta los dedos puede llegar a provocar la contractura de los dedos.
Sánchez ha explicado que a través de un 'pinchacito', que no precisa de anestesia local, se inyecta en la cuerda formada colagenasas, enzimas capaces de romper el colágeno que forma la cuerda. Transcurridas 24 horas, el paciente vuelve a la consulta para que le extiendan la mano al completo y favorecer así la rotura de la cuerda formada.
El jefe médico ha resaltado además la "rápida" recuperación de este tratamiento, que no se extiende en más de dos o tres días, y lo ha comparado con la cirugía, cuya recuperación es más prolongada.
Sánchez ha destacado que su eficacia depende del "buen uso" de los cirujanos de mano, puesto que solamente puede ser aplicada por médicos en centros hospitalarios. Ha informado además de que la aplicación de 'Xiapex', que tiene financiación y reembolso en cualquier centro nacional, "es más barata para el sistema sanitario".
ENFERMEDAD HEREDITARIA
Por su parte, el cirujano y traumatólogo del Hospital Clìnic de Barcelona, Joaquín Fores, ha explicado que la enfermedad de Dupuytren es de trasmisión hereditaria aunque no ha descartado que el tabaco o la diabetes puedan agravar el desarrollo de la enfermedad. Ha aclarado además que la penetración de la enfermedad es "variable" y que depende de cada paciente.
Fores ha informado de que se trata de una dolencia que procede de los celtas y que tiene más impacto en el norte de Europa que en la cuenca mediterránea. Así, ha señalado que su incidencia en la población española oscila entre el tres y el cuatro por ciento frente al 19 por ciento, por ejemplo, de Islandia.
El cirujano y traumatólogo del Hospital la Fe de Valencia, el doctor Emilio Baixauli, ha aclarado que la aplicación de este tratamiento, que puede reducir "significativamente" la contractura, puede implicar la aparición de "efectos secundarios" como hematomas en las palmas de las manos.
MAYOR INCIDENCIA EN HOMBRES
Esta enfermedad, que hasta el momento no tiene cura y que es imposible detectar precozmente, suele aparecer entorno a los cuarenta años y su incidencia es mayor en hombres que en mujeres.
Esta dolencia puede ser motivo de incapacidad laboral y en los casos más graves, los pacientes pueden llegar a perder el dedo. Así, el 34 por ciento de los afectados tiene problemas para ponerse los zapatos y el 29 por ciento encuentra dificultades a la hora de peinarse, lavarse o maquillarse. "Estos impedimentos también se trasladan al ámbito laboral, en acciones tan habituales actualmente como escribir en el ordenador, o en trabajos que conlleven manipular objetos o llevar una bandeja", ha añadido Fores.