Genómica lanza un nuevo kit diagnóstico que ayuda a optimizar el tratamiento del cáncer colorrectal

Rosario Cospedal Y José María Fernández Sousa
GRUPO ZELTIA
Actualizado: miércoles, 25 abril 2012 16:45

MADRID 25 Abr. (EUROPA PRESS) -

La compañía de diagnostico molecular Genómica, empresa del Grupo Zeltia que acaba de lanzar un kit de diagnóstico, registrado como 'CLART CMA KRAS-BRAF-PI3K', capaz de detectar en el cáncer colorrectal las alteraciones genéticas antes de implementar una terapia con anticuerpos anti-EGFR, lo que ayuda a optimizar el tratamiento de este tipo de cáncer.

La directora general de Genómica, ha explicado Rosario Cospedal, que ha destacado que, gracias a este nuevo test, "los oncólogos podrán conocer previamente si dicha terapia va a tener efecto en sus pacientes o hay que recurrir a otras alternativas terapéuticas".

Ya que, ha añadido, "es capaz de detectar y tipificar las principales mutaciones que pueden darse en varios de los genes implicados en el bloqueo del receptor EGFR y que van a mantener activo el proceso de crecimiento y migración del tumor a pesar del tratamiento con anticuerpos monoclonales anti-EGFR",

En España, el cáncer colorrectal tiene una incidencia anual de 25.000 casos, de los que cerca del 56 por ciento acaba en fallecimiento. Esto se debe en gran medida, han explicado, a que el tratamiento estándar no suele ser efectivo en el 40 por ciento de los pacientes por la existencia de determinadas mutaciones que impiden el correcto funcionamiento del fármaco, lo que se traduce en un importante retraso antes de poder recurrir a otras estrategias terapéuticas.

"Las mutaciones en KRAS y BRAF son mutuamente excluyentes, mientras que PI3K puede coexistir con ambos genes", afirma la experta, que recuerda que la prevalencia de la alteración KRAS afecta hasta el 45 por ciento de los casos; la de BRAF a menos del 15 por ciento; y la PIK3CA a cerca del 20 por ciento.

Asimismo, ha recordado que tanto la European Society for Medical Oncology (ESMO) como la American Society of Clinical Oncology (ASCO) han publicado sendas directrices que obligan a la detección de dichas alteraciones genéticas antes de la implementación del tratamiento.

La sangre en heces y el dolor abdominal son los principales síntomas que pueden hacer sospechar de un cáncer colorrectal. Tras esto, la prueba diagnóstica por excelencia es la colonoscopia, que permite la extracción de biopsias y la realización de terapéutica endoscópica. Una vez se detectada la enfermedad, la recomendación sería el uso de este kit diagnóstico que ayuda a reconocer las posibles alteraciones genéticas.