MADRID 3 Jul. (EUROPA PRESS) -
La eficacia y la seguridad del 'Gilenya' de Novartis, el único fármaco oral aprobado para el tratamiento de la esclerosis múltiple, continúan siendo respaldadas por varios estudios internacionales, como los presentados en la última edición de la LXIV Reunión Anual de la Asociación Americana de Neurología (AAN, por sus siglas en inglés), y revisadas en la jornada 'Gilenya al Día', celebrada en Madrid.
Así, la doctora Mar Mendibe, neuróloga del Hospital Universitario de Cruces, ha insistido en que las muestras recogidas a siete años refuerzan los datos de eficacia y seguridad de esta terapia. "En estos pacientes, a largo plazo, la tasa de brotes se reduce al 0,7 anual; además, el fármaco reduce el índice de atrofia cerebral en un 38 por ciento, en comparación con placebo, a los dos años", ha señalado.
En este sentido, los resultados del estudio en fase III Freedoms demuestran que los pacientes a los que se les ha suministrado 'Gilenya' de forma continuada mostraron una mejora significativa en los resultados clínicos en comparación con los que recibieron placebo.
En concreto, estos datos demuestran que los pacientes tratados con 'Gilenya' siguieron libres de recidivas (59% frente al 37% registrado con placebo) y sin progresión confirmada de la discapacidad a los tres meses.
"Los resultados registran una importante bajada en el numero de brotes y en la discapacidad, se reducen las lesiones activas y hay un efecto positivo en el grado de atrofia", ha señalado el doctor Fose Maria Prieto, neurólogo del Hospital Clínico Universitario de Santiago.
Asimismo, los nuevos datos obtenidos en una fase de extensión del estudio comparativo de fase III Transforms demostraron un beneficio de eficacia sostenido y un perfil de seguridad consistente con hasta 4,5 anos de tratamiento continuado.
Por su parte, el director de la Unidad de Neuroinmunología del Hospital Carlos Haya, el doctor Oscar Fernández, ha incidido sobre el perfil de seguridad de 'Gilenya' en pacientes con riesgo cardiaco, ya que los últimos datos del estudio First indican que el 1,3 por ciento de los pacientes experimento bradicardia --un enlentecimiento del pulso de entre 6 y 7 latidos por minuto-- aunque sin ninguna complicación posterior.