Un estudio aleatorizado contará con la participación de más de 500 pacientes de todo el mundo, entre ellos los de 12 centros españoles.
VIENA (AUSTRIA), 11 (de la enviada especial de EUROPA PRESS, Rosana Ribera)
La compañía farmacéutica Bristol-Myers Squibb (BMS) está negociando con las autoridades sanitarias de Estados Unidos y Europa el inicio de grandes ensayos globales a largo plazo para evaluar el potencial de dasatinib, comercializado por el laboratorio con el nombre de 'Sprycel', como tratamiento de primera línea en pacientes no tratados con Leucemia Mieloide Crónica (LMC) en fase crónica.
Este anuncio se produce después de la reciente presentación en la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) y el pasado jueves en el marco del XII Congreso de Asociación Europea de Hematología (EHA) -que concluyó ayer en Viena- de los resultados de un ensayo independiente en Fase II llevado a cabo por investigadores del M.D. Anderson Cancer Center, según explicó en entrevista a los medios de comunicación el médico consultor senior del Hospital Clinic de Barcelona, Francisco Cervantes.
Este estudio "piloto" del M.D. Anderson -que contó con la participación de 33 pacientes, de los que 29 fueron evaluables-, fue descrito por el doctor Cervantes como "alentador". Se trata de un trabajo en el que investigadores del M.D. Anderson Cancer Center han concluido que 'Sprycel' puede desempeñar un papel importante como terapia de primera línea en LMC. Transcurrido un año del inicio del tratamiento, se observaron respuestas citogenéticas completas rápidas en el 95% de los pacientes con LMC en fase crónica que no habían recibido ningún tratamiento previo con la dosis de 100mg una vez al día de dasatinib.
En este sentido, fuentes de la compañía señalaron a Europa Press que el nuevo estudio aleatorizado para evaluar el potencial de dasatinib como primera línea de tratamiento contará con la participación de más de quinientos pacientes de diversos hospitales del mundo, entre ellos los de doce centros hospitalarios españoles.
Según concluyó el doctor Cervantes, que se mostró esperanzado ante el próximo estudio que llevará a cabo BMS, la LMC es la enfermedad en la que "más se ha progresado en los últimos 20 años" y destacó que en un futuro "la curación pasará por combinaciones de fármacos".
DESDE EL ARSÉNICO.
En el transcurso de una rueda de prensa, celebrada en Viena, el profesor Michele Baccarani, de la Universidad de Bolonia (Italia), se refirió a la evolución del tratamiento de la LMC y de la Leucemia Linfoblástica Aguda, conocida como Filadelfia positivo (PH+), desde 1865 con el arsénico hasta la actualidad, con imatinib y dasatinib.
Por su parte, el profesor de la Universidad de Texas (EEUU) e investigador del MD Anderson Cancer Center, Hagop Kantarjian, habló de los cinco estudios START en fase II llevados a cabo hasta la fecha en 33 países para el tratamiento de pacientes con LMC resistentes o intolerantes a los tratamientos actuales y para enfermos con Leucemia Linfoblástica Aguda, también resistentes al tratamiento.
Finalmente, Claude Nicaise, jefe de desarrollo clínico de dasatinib, relató la historia de este nuevo fármaco, aprobado recientemente en España, desde su origen en el tubo de ensayo hasta su disponibilidad por parte de los pacientes.
400 NUEVOS CASOS ANUALES EN ESPAÑA.
La LMC es un cáncer de la sangre caracterizado por la proliferación de leucocitos inmaduros (blastos) que impiden a las células sanguíneas normales llevar a cabo sus funciones. Se desarrolla en tres etapas -una fase crónica, una fase acelerada y una fase de crisis terminal- y afecta, en su mayoría, a adultos varones jóvenes, de entre 30 y 40 años, que muchas veces deben recurrir a tratamientos de quimioterapia o someterse a un trasplante de médula ósea.
En España un total de 3.500 personas padecen LMC, el 15 por ciento de todas las leucemias y se diagnostican unas 400 nuevas anuales. Entre el 15 y el 20 por ciento de los enfermos son resistentes al tratamiento estándar o no pueden tolerar sus efectos secundarios. Este nuevo fármaco representa para los pacientes la posibilidad de seguir adelante y de tener controlada la enfermedad".
El nuevo medicamento bloquea la misma diana terapéutica que el tratamiento estándar con imatinib, pero actúa sobre las dos configuraciones de la proteína, activa e inactiva, y sobre las rutas oncogénicas, como la RSC.