MADRID 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigadores de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) ha descubierto que las sustancias químicas sintéticas conocidas como sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS), a menudo llamadas "sustancias químicas permanentes", pueden eliminarse del cuerpo más rápidamente mediante el uso de algunos medicamentos.
El estudio, publicado en la revista 'Environment International', ha mostrado la eficacia de dos fármacos para lograrlo, colestiramina y colesevelam, ambos usado para reducir o controlar el colesterol en sangre.
"En grupos con altos niveles de PFAS en sangre, no cabe duda de que se pueden usar medicamentos para reducirlos y acelerar su eliminación, que de otro modo sería lenta; pero se necesita más investigación para demostrar si existen beneficios para la salud a corto y largo plazo al reducir los niveles con mayor rapidez. También es importante sopesar los beneficios para la salud frente a los posibles riesgos", ha afirmado el líder del estudio e investigador de la Academia Sahlgrenska de la Universidad de Gotemburgo, Axel Andersson.
El trabajo ha contado con la participación de diez sujetos de entre 25 y 47 años, a quienes se les han administrado diferentes medicamentos para reducir los niveles de PFAS en su organismo. Cada participante ha servido como su propio grupo de control, tomando un medicamento durante doce semanas, permaneciendo sin medicación durante el mismo periodo.
"Durante las doce semanas sin medicación, el nivel de las sustancias PFAS estudiadas disminuyó en un pequeño porcentaje, mientras que el período con medicación produjo reducciones de como máximo el 40 por ciento para una de las sustancias PFAS", ha añadido Andersson.
Todo ello se basa en estudios controlados realizados en Ronneby (Suecia), donde el agua potable de una planta de tratamiento municipal contenía anteriormente niveles muy altos de la toxina ambiental PFAS.
Dicho hallazgo se realizó en 2013 y se determinó que la contaminación provenía de una espuma formadora de película acuosa que se había utilizado durante décadas en simulacros de incendio en la base aérea F17 de Ronneby, tras lo que el agua contaminada fue reemplazada de inmediato por agua limpia proveniente de otra planta de tratamiento de agua del municipio.
Un estudio previo había revelado que muchos residentes presentaban niveles muy elevados de PFAS en sangre, cuya eliminación del organismo puede tardar años, si bien se trata de un proceso que varía considerablemente entre individuos, una variación que aún no se comprenden del todo.