MADRID, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -
Durante décadas, los inmunólogos han estado tratando de entrenar al sistema inmunitario de los receptores de trasplantes para que acepte células y órganos trasplantados sin el uso a largo plazo de medicamentos contra el rechazo. Una nueva investigación preclínica de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos) ha demostrado que esto ahora es posible.
En un estudio publicado en la revista 'Nature Communications', los investigadores del Departamento de Cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad de Minnesota y el Instituto de Diabetes Schulze, en colaboración con colegas de la Universidad Northwestern, han mantenido la supervivencia y la función a largo plazo de los trasplantes de islotes pancreáticos a pesar de la interrupción completa de todos los medicamentos antirrechazo 21 días después del trasplante. Este estudio se realizó en un entorno de trasplante preclínico estricto en primates no humanos.
Para muchos pacientes con insuficiencia orgánica terminal, el trasplante es la única opción de tratamiento efectiva. Para evitar el rechazo, los receptores deben tomar medicamentos a largo plazo que supriman el sistema inmunitario del cuerpo.
Estos medicamentos inmunosupresores son efectivos para prevenir el rechazo a corto plazo pero, como suprimen todo el sistema inmunitario de manera inespecífica, las personas que los toman se enfrentan a riesgo de infecciones graves e incluso cáncer.
Además, los efectos secundarios no inmunológicos de la inmunosupresión, como la hipertensión, la toxicidad renal, la diarrea y la diabetes disminuyen los beneficios del trasplante. Y los medicamentos inmunosupresores son mucho menos efectivos para prevenir el rechazo de trasplantes durante un largo período de tiempo, lo que conduce a la pérdida del injerto en muchos receptores.
Debido a que una creciente población de receptores de trasplantes con inmunodepresión crónica se enfrentan a ese impás, que podría afectar negativamente su supervivencia, generaciones de inmunólogos han perseguido la tolerancia inmune como el objetivo principal en el campo de la medicina de trasplantes ya que inducir tolerancia eliminaría la necesidad de inmunosupresión crónica y mejoraría el trasplante y la supervivencia del paciente.
La prueba de que se puede lograr la tolerancia inmune de los trasplantes fue demostrada por primera vez en ratones por Peter Medawar en su artículo de 'Nature' ganador del Premio Nobe, hace más de 65 años. Sin embargo, a pesar de su inmensa importancia, la tolerancia al trasplante se ha logrado en muy pocos pacientes.
Este nuevo estudio aprovecha los atributos únicos de los glóbulos blancos de donantes modificados, que fueron infundidos en receptores de trasplante una semana antes y un día después del trasplante, recapitulando así la fórmula de la naturaleza para mantener la tolerancia del cuerpo a sus propios tejidos y órganos.
Sin la necesidad de medicamentos antirrechazo a largo plazo, los trasplantes de células de los islotes podrían convertirse en la opción de tratamiento de elección, y posiblemente una cura, para muchas personas que padecen diabetes tipo 1.
"Nuestro estudio es el primero que induce de manera confiable y segura la tolerancia inmune duradera de los trasplantes en primates no humanos --asegura el autor principal, el doctor Bernhard Hering, profesor y vicepresidente de medicina traslacional en el Departamento de Cirugía de la Universidad de Minnesota--. La consistencia con la que pudimos inducir y mantener la tolerancia a los trasplantes en primates no humanos nos hace tener muchas esperanzas de que nuestros hallazgos puedan confirmarse para el beneficio de los pacientes en ensayos clínicos planificados en islotes pancreáticos y trasplante de riñón de donante vivo: se abriría una era completamente nueva en la medicina de trasplantes".