Elegir a medida el fármaco anticoagulante adecuado evita en niños y adultos complicaciones trombóticas y hemorrágicas

Trombosis, circulación, glóbulos rojos.
Trombosis, circulación, glóbulos rojos. - SETH
Publicado: lunes, 28 noviembre 2022 11:43

MADRID, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -

Elegir a medida el fármaco anticoagulante adecuado evita en niños y adultos complicaciones trombóticas y hemorrágicas, según han concluido los expertos reunidos en el XVII Curso de Formación Continuada Trombosis y Hemostasia, organizado por la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH).

La doctora Vanessa Roldán Schilling, del Hospital General Universitario Morales Meseguer de Murcia, ha explicado que actualmente hay disponibles seis fármacos, de los cuales dos son los clásicos antivitamina K, el más conocido, el 'Sintrom', y cuatro son anticoagulantes de acción directa. "Aunque no se pueden usar en todos los pacientes, ya sea por falta de financiación (como es el caso del tromboembolismo venoso) o por falta de indicación, sí que tenemos la posibilidad en un gran número de pacientes de escoger el fármaco que mejor se adecua a ellos". Eso no solo mejora la eficacia, sino también la seguridad.

Además, los llamados "nuevos anticoagulantes" no precisan el control analítico mensual, como los clásicos, y se administran a una dosis fija. Sin embargo, añade esta especialista, "sí que necesitan una supervisión médica, ya sea por nosotros los hematólogos, los médicos de Atención Primaria o los cardiólogos".

Los fármacos anticoagulantes de acción directa son de primera indicación en fibrilación auricular y en tromboembolismo venoso, según las guías. A pesar de ello, en el primer caso se puede usar con restricciones por visado y, en el segundo, no está financiado.

"Necesitamos que la Administración nos deje usar estos fármacos en todas aquellas indicaciones aprobadas, así como eliminar las restricciones que hay para su uso", ha reclamado la doctora Roldán.
Para el doctor Rubén Berrueco Moreno, del Hospital Sant Joan de Deu de Barcelona, "la optimización del tratamiento anticoagulante en la edad pediátrica exige continuar trabajando en la búsqueda de una mayor y mejor evidencia científica".

En este sentido, destaca que, en este año, se han publicado los resultados de un estudio que ha demostrado que el tratamiento anticoagulante puede reducirse a 6 semanas en pacientes seleccionados sin aumentar el riesgo de sangrado. Por otra parte, a lo largo de los últimos dos años se han publicado los resultados de diversos ensayos clínicos en pacientes pediátricos con rivaroxaban, dabigatran y apixaban.

La doctora María Falcón Rodríguez, del Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno infantil de Canarias, ha puntualizado que "el avance en las técnicas de diagnóstico molecular ha permitido caracterizar a casi dos tercios de estos trastornos con la consecuente mejora en su manejo y tratamiento".

COAGULOPATÍAS CONGÉNITAS Y ADQUIRIDAS

El tratamiento de un paciente con un diagnóstico de hemofilia u otra coagulopatía grave es específico y debe valorarse de forma individualizada. El recorrido asistencial de estos trastornos, particularmente de los casos de coagulopatías graves, es llevado a cabo fundamentalmente en centros denominados Centros, Servicios y Unidades de Referencia (CSUR) designados como de referencia por el Sistema Nacional de Salud.

Sin embargo, en este itinerario se pueden dar circunstancias que requieran un abordaje especial y multidisciplinar, como lo son las visitas a Urgencias, que en ocasiones, por proximidad, pueden ocurrir en otro centro hospitalario, no CSUR.

TROMBOPENIA INMUNE O PTI

El tratamiento de la trombopenia inmune o PTI se encuentra en un punto de inflexión gracias, en parte, a un mayor avance en el conocimiento de los mecanismos que la provocan. Es un síndrome complejo que provoca en muchos pacientes el defecto de la producción de plaquetas. En los últimos años se han desarrollado agentes dirigidos a dianas específicas, como son las agonistas del receptor de la trombopoyetina o el inhibidor de Syk, fostamatinib.

La trombopenia inmune se ha abordado en uno de los bloques del XVII Curso de Formación Continuada Trombosis y Hemostasia. La moderadora de este grupo de ponencias, la doctora María Luisa Lozano Almela, del Hospital Universitario Morales Meseguer de Murcia, ha explicado por qué hay que avanzar hacia las terapias de segunda línea.

"Desde la introducción de este nuevo tipo de fármacos, los datos de los ensayos clínicos apuntan a que la mortalidad por sangrado fatal se ha reducido en un 50 por ciento (casi rozando a la de controles)", señala. Además, añade que "también ha mejorado de manera significativa la calidad de vida y, en muchos enfermos, los nuevos tratamientos han favorecido que una enfermedad crónica pueda volverse potencialmente curable, en la que los tratamientos pueden discontinuarse de manera segura".

Así, aunque las terapias dirigidas puedan suponer un mayor coste a corto y medio plazo, el impacto que a la larga supone reducir el número de episodios hemorrágicos o de medicamentos concomitantes se asocia con un importante ahorro. La doctora Lozano ha destacado además como positiva la disminución de hospitalizaciones de urgencia, menos días de ausencia de la escuela o el trabajo y el hecho de evitar toxicidades.

INCÓGNITAS DE LA TROMBOINFLAMACIÓN

Durante el bloque de avances en fisiopatología cardiovascular incluido en el curso de formación continuada de la SETH, la doctora Sonia Águila Martínez, del Centro Regional de Hemodonación de Murcia, ha dedicado su ponencia a la tromboinflamación. Acerca del tema, ha explicado que esta es la expresión patológica de la inmunotrombosis, dejando claro que se trata de procesos diferentes, ya que "a menudo se confunden".

"La inmunotrombosis es un proceso fisiológico beneficioso para los organismos porque coordina la inflamación, la inmunidad innata y la hemostasia para responder ante una infección o lesión tisular. Sin embargo, esta respuesta puede resultar descontrolada, llegar a ser patológica y, por tanto, dar lugar a trombosis arterial, venosa o a diversos eventos cardiovasculares, lo que se conoce como tromboinflamación", precisa esta especialista.

Por todo ello, ha proseguido, "conocer los mecanismos moleculares que controlan la respuesta tromboinflamatoria es de gran importancia clínica debido a que este conocimiento puede sustentar el desarrollo de nuevas aproximaciones terapéuticas que inhiban o limiten esta respuesta, entre las que destacamos el uso de los miRNA".