MADRID, 14 Ago. (EUROPA PRESS) -
El uso de la electroquímica va a permitir en breve ampliar fácilmente la fabricación de fármacos de manera más sostenible, incluso muchos de los medicamentos de primera prescripción.
Actualmente, la fabricación de productos farmacéuticos implica la creación de complejas moléculas orgánicas que requieren varios pasos químicos y un fuerte uso energía. El proceso también genera abundantes cantidades de residuos perjudiciales para el medio ambiente (y habitualmente tóxicos).
En el corazón de muchos productos farmacéuticos populares están las diaminas vecinales, que contienen enlaces químicos carbono-nitrógeno, una base bioactiva para la medicina. Según explica Song Lin, profesor asistente de química, muchos agentes terapéuticos ampliamente consumidos tienen estas diaminas, incluyendo los medicamentos para la gripe con receta médica, la penicilina y algunos medicamentos contra el cáncer.
Lin y su equipo han desarrollado una técnica que crea estas diaminas más fácilmente y sin residuos tóxicos. El proceso utiliza electricidad y química --electroquímica-- y posteriorme emplea manganeso, un manterial abundante en la Tierra.
"El proceso actual genera una gran cantidad de residuos para conseguir este enlace químico. Cuando se puede crear un producto de forma electrosintética, en lugar de químicamente, es mucho más sencillo y sostenible", asegura Lin.