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Actualizado: viernes, 1 diciembre 2017 9:26

   MADRID, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -

   La resistencia a los medicamentos contra el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) se aproxima al 10 por ciento en las personas que viven con el virus y va comenzar o reiniciar la terapia antirretroviral de primera línea, según el mayor metaanálisis sobre la resistencia a los medicamentos contra el VIH, dirigido por investigadores de 'University College London' (UCL) y la Organización Mundial de la Salud(OMS).

   El estudio, financiado por la Fundación Bill & Melinda Gates y la OMS, se da a conocer este viernes coincidiendo con el Día Mundial Contra el Sida.

   "Los tratamientos para el VIH han mejorado enormemente en los últimos años, y cerca de 21 millones de personas en todo el mundo están siendo tratadas con terapia antirretroviral. Sin embargo, para terminar con la epidemia del sida como una amenaza a la salud pública, una de las partes será minimizar la resistencia a los medicamentos", apunta el autor principal del estudio, el profesor Ravindra Gupta, del Departamento de Infección e Inmunidad de UCL.

   El estudio, publicado en 'The Lancet Infectious Diseases', analizó datos de personas que estaban comenzando la terapia antirretroviral, y encontró que la resistencia, particularmente a uno de los principales tipos de fármacos de primera línea, los ITINN, está aumentando, y que las personas que exhibieron resistencia a los medicamentos tenían más probabilidades de haber estado expuestos anteriormente a fármacos antirretrovirales, a menudo durante el embarazo.

   "Los hallazgos muestran la importancia de mejorar la forma en que monitorizamos la resistencia a los medicamentos y sugieren que deberíamos revisar qué fármacos se incluyen en las terapias de primera línea", añade Gupta.

   Los investigadores reunieron 358 conjuntos de datos, incluidos datos de 56.044 adultos en 63 países de ingresos entre bajos y medianos que estaban comenzando la terapia de primera línea para el VIH desde 1996 a 2016. La investigación fue realizada por un equipo de 33 científicos de los cinco continentes.

   Las pautas actuales de la OMS para el tratamiento de primera línea recomiendan inhibidores de la transcriptasa inversa no nucleósidos (ITINN) en combinación con inhibidores nucleósidos de la transcriptasa inversa (INTR). El equipo de investigación se centró en estudios que incluían datos sobre la presencia de mutaciones resistentes a los fármacos en el virus, que con mayor frecuencia son resistentes a los medicamentos NNRTI.

EL SUR DE ÁFRICA REGISTRA LA RESISTENCIA MÁS ALTA A LOS MEDICAMENTOS

   Estos científicos hallaron que, de 2001 a 2016, las probabilidades de resistencia a los medicamentos en los países de ingresos bajos y medianos en el África subsahariana, América Latina y Asia estaban aumentando. En particular, el aumento incremental anual de la resistencia a los ITINN fue mayor en África oriental (29 por ciento de aumento anual) y en África meridional (23 por ciento de aumento anual, con un aumento absoluto de 1,8 puntos porcentuales de 2015 a 2016) y el más pequeño en Asia (11 por ciento de aumento anual).

   El estudio no se centró en los países de altos ingresos. Los autores de este trabajo detectaron que la resistencia a los medicamentos era más alta en el sur de África, donde el 11,1 por ciento de las personas que comenzaban la terapia de primera línea tenían un virus con mutaciones resistentes a ITINN, en comparación con 10,1 por ciento en África Oriental, 7,2 por ciento en África Occidental/Central y 9,4 por ciento en América Latina.

   El equipo del estudio también descubrió que las personas que inician la terapia y que informan del uso previo de medicamentos antirretrovirales son más propensas a portar virus resistentes y corren un mayor riesgo de fracaso virológico, es decir, el riesgo de que el virus no se mantenga adecuadamente bajo control gracias el tratamiento del VIH. Sus datos sugieren que, en algunas áreas, el 10-30 por ciento de las personas candidatas a la terapia antirretroviral han estado previamente expuestas a medicamentos antirretrovirales.

   "Muchas personas desarrollan resistencia a los medicamentos después de ser tratadas con medicamentos antirretrovirales si dejan de tomar sus fármacos, a menudo por razones personales, dificultad para acceder a proveedores del tratamiento o problemas de suministro de medicamentos que son comunes en las regiones de bajos ingresos. Cuando estos individuos reinician el tratamiento más tarde, es menos probable que respondan a la terapia y pueden transmitir las cepas resistentes a los medicamentos a otras personas", explica el profesor Gupta.

   Si no se toman medidas, la resistencia a los ITINN superior al 10 por ciento en las personas que inician la terapia provocará 890.000 muertes más por sida y 450.000 infecciones más solo en el África subsahariana antes de 2030, a medida que la mayoría de las personas en las que la terapia no surte efecto tengan virus fármaco-resistentes, según investigaciones previas.

   Sin embargo, existe un camino a seguir y lo está proponiendo la Organización Mundial de la Salud. En julio de 2017, la OMS publicó un nuevo informe de resistencia a los medicamentos contra el VIH, basado en encuestas nacionales sobre resistencia a los medicamentos realizadas en 11 países de África, Asia y América Latina. Los hallazgos coincidieron con los resultados de este análisis más amplio y mostraron que en 6 de los 11 países encuestados, más del 10 por ciento de las personas que comenzaron el tratamiento contra el VIH tenían cepas resistentes a los medicamentos.

   "Si queremos combatir la resistencia a los medicamentos contra el VIH, debemos asegurarnos de que los países puedan hacer un buen trabajo monitorizando y respondiendo cuando sea necesario", apunta la coautora Silvia Bertagnolio de la Organización Mundial de la Salud. "Las nuevas directrices de la OMS y un plan de acción global tienen como objetivo ayudar a que esto suceda", agrega.

   Las directrices de la OMS sobre la resistencia a los medicamentos contra el VIH antes del tratamiento recomiendan que los países cambien a un tratamiento de primera línea más sólido cuando los niveles de resistencia alcancen el 10 por ciento. El Plan de acción mundial quinquenal hace un llamamiento a todos los países y socios para unir esfuerzos para prevenir, controlar y responder a la resistencia a los medicamentos contra el VIH y para proteger el progreso continuo hacia el objetivo de desarrollo sostenible de acabar con la epidemia de sida para 2030.