MADRID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
Científicos del Centro de Cáncer Lineberger de la Universidad de Carolina del Norte (UNC, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, descubrieron una técnica para hacer que las células cancerosas pancreáticas dependan de una fuente de energía y luego se les prive de ella: un hallazgo que ha llevado a estudios clínicos de una nueva estrategia de tratamiento para uno de los cánceres más letales.
En un artículo publicado en la revista 'Nature Medicine', investigadores de Lineberger en UNC y otras instituciones colaboradoras informan sobre los resultados prometedores de estudios de laboratorio tempranos sobre una estrategia de tratamiento que obliga al cáncer de páncreas a depender de un tipo de producción de energía llamada autofagia, también conocida como "auto-alimentación" en el que las células reciclan sus propias partes para generar energía.
Sus estudios preclínicos demostraron el beneficio de combinar un tratamiento que obliga a las células a depender más de la autofagia con otro compuesto que puede bloquear indirectamente esa misma vía de energía una vez que dependen de ella como combustible.
Sobre la base de estos hallazgos, los investigadores del Centro de Cáncer Anderson de la Universidad de Texas, en Estados Unidos, están planeando un ensayo clínico de dos medicamentos para probar esta estrategia en pacientes con cáncer de páncreas. El proyecto cuenta con el apoyo de una subvención de la Red de Acción contra el Cáncer Pancreático (PanCAN). Hallazgos similares de investigadores del Instituto de Cáncer Huntsman, publicados simultáneamente en un artículo en 'Nature Medicine', también llevaron a ensayos clínicos.
"La autofagia es un proceso mediante el cual las células cancerosas reciclan materiales; en lugar de simplemente deshacerse de ellos, los reutilizan como fuente de nutrientes", dice Channing Der, profesor de la Facultad de Farmacología de Lineberger en UNC. "Lo que descubrimos es que, si se paraliza quizás la vía más importante para obtener energía, la glucólisis, la célula cancerosa realmente comienza a sufrir y aumenta la autofagia. Encontramos una manera de hacer que los cánceres pancreáticos sean más dependientes de la autofagia y, en consecuencia, más sensibles a un inhibidor de autofagia", añade.
Según el Instituto Nacional del Cáncer, el cáncer de páncreas es uno de los cánceres más mortales, con solo el 8,5 por ciento de los pacientes en Estados Unidos que viven cinco años después del diagnóstico. Los investigadores han sabido que una mutación en el gen KRAS es un factor crítico de este cáncer, pero los tratamientos que se dirigen directamente a los efectos del gen mutado se han mantenido esquivos. Hallar formas de cortar la fuente de energía para este cáncer es una de las direcciones principales para la investigación del cáncer de páncreas.
Anteriormente, los científicos encontraron que la autofagia aumenta en los cánceres pancreáticos con la mutación KRAS. Esto llevó a ensayos para probar el uso del compuesto hidroxicloroquina, que puede bloquear indirectamente la autofagia. Pero Der dice que el fármaco solo ha tenido una eficacia limitada y que es posible que las células cancerosas puedan adaptarse para utilizar otras fuentes de energía.
"Las células cancerosas tienen muchas opciones de energía; sabemos de al menos cuatro o cinco --señala Der--. Y si quitas uno, la célula cancerosa se puede adaptar y dice: 'ok, no es un problema, solo aumentaré los demás'. Es por eso que creemos que las células de cáncer de páncreas no respondían particularmente a la hidroxicloroquina sola; pueden adaptarse y encontrar otras formas de obtener más energía".
AUMENTAR LA EFECTIVIDAD DE LOS INHIBIDORES DE LA AUTOFAGIA
Los autores de este trabajo quieren hacer que los inhibidores de la autofagia sean más efectivos. En sus estudios de laboratorio en ratones y células humanas publicados en 'Nature Medicine', el equipo de Der encontró que el bloqueo del gen KRAS en realidad aumentaba la dependencia de la autofagia. Cuando combinaron un compuesto diseñado para bloquear las señales posteriores del gen KRAS con el compuesto que puede bloquear indirectamente la autofagia, observaron un aumento de la eficacia en comparación con cualquiera de los fármacos utilizados solos.
"Si usas un medicamento para bloquear una vía RAS clave, básicamente afecta a la capacidad de las células cancerosas para usar otras fuentes de energía --apunta Der--. Combinar ese medicamento con un inhibidor de la autofagia, la hidroxicloroquina, es mucho más efectivo".
También descubrieron por qué la combinación es sinérgica: el bloqueo de las señales corriente abajo de KRAS parece afectar a otros procesos de producción de energía, como la glucólisis, obligar a las células a confiar en el reciclaje o la "auto-alimentación" asociada con la autofagia. "Siempre es bueno entender por qué funciona una terapia porque podemos mejorarla", subraya.
La primera autora del estudio de Lineberger en UNC, Kirsten Bryant, profesora asistente de investigación, dice que aún quedan preguntas adicionales. Se necesitan estudios clínicos para determinar si el tratamiento es tolerado y efectivo para los pacientes. Hizo hincapié en un optimismo cauteloso acerca de los hallazgos, pero agregó que se sintió alentada de que un segundo grupo de investigación hizo un hallazgo similar, especialmente cuando la reproducibilidad de los hallazgos científicos puede ser difícil.
Bryant comenzó su trabajo después de perder a su padre por cáncer de páncreas. había agotado los tratamientos actuales y se quedó sin otras opciones. A través de su investigación, comenzó a buscar otras opciones y se ha mostrado agradecida de trabajar en un proyecto que podría ayudar a los pacientes en el futuro.
"Esto puede no curar el cáncer de páncreas, pero es otro paso hacia más opciones de tratamiento --resalta Bryant--. Voy a seguir mejorando esta combinación para uso futuro y buscando otras estrategias de tratamiento que podrían beneficiar a los pacientes con cáncer de páncreas".