MADRID, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
La resistencia a los antibióticos siempre ha parecido un fenómeno inevitable, impulsado por mutaciones difíciles de anticipar. Pero un grupo de investigadores de Harvard acaba de encontrar una forma inédita de observar cómo estas defensas aparecen y se expanden dentro de las bacterias, abriendo una vía inesperada para frenar un problema que avanza sin pausa.
PLÁSMIDOS: EL MOTOR SILENCIOSO DE LA RESISTENCIA
Investigadores del Instituto Blavatnik de la Facultad de Medicina de Harvard (Estados Unidos) acaban de abrir una nueva ventana para comprender el desarrollo de la resistencia a los antibióticos en las bacterias. Los hallazgos, apoyados en parte por fondos federales, se publican en 'Science'.
El trabajo no solo revela principios de biología evolutiva, sino que también sugiere una nueva estrategia para combatir la crisis de resistencia a los antibióticos, que mata a aproximadamente 1,3 millones de personas al año en todo el mundo.
Los miembros de los laboratorios de Michael Baym, profesor asociado de informática biomédica, y Johan Paulsson, profesor de biología de sistemas, idearon una forma de rastrear la evolución y la propagación de la resistencia a los antibióticos en bacterias individuales mediante la medición de la competencia entre plásmidos.
Los plásmidos son elementos genéticos autorreplicantes que se encuentran separados de los cromosomas de una bacteria. Evolucionan de forma independiente, pero también impulsan la evolución bacteriana, incluyendo el desarrollo de resistencia a compuestos antimicrobianos. De hecho, son la principal vía por la cual la resistencia puede transmitirse de un tipo de bacteria a otro.
Los científicos sospechaban que la competencia entre plásmidos dentro de las células bacterianas era clave para impulsar la evolución de los plásmidos, pero hasta ahora no habían encontrado la manera de estudiarla. En primer lugar, crearon condiciones iniciales en las que cada célula bacteriana contenía proporciones iguales de dos plásmidos que competirían entre sí. En segundo lugar, utilizaron dispositivos microfluídicos para aislar células individuales y distinguir mejor los efectos de la competencia intracelular entre plásmidos.
UNA POSIBLE ESTRATEGIA PARA FRENAR LA RESISTENCIA
El sistema permitió al equipo descubrir propiedades básicas -y limitaciones- de la aptitud y evolución de plásmidos y bacterias. Estas limitaciones podrían fundamentar nuevas estrategias que interfieran con la evolución de los plásmidos y, por lo tanto, restrinjan su capacidad para desarrollar resistencia a los antibióticos, lo que podría conducir a tratamientos para infecciones bacterianas potencialmente mortales.
"El estudio nos proporciona nuevas herramientas para combatir y prevenir la resistencia a los antibióticos mediante la instrumentalización de la competencia intracelular entre los propios elementos genéticos móviles", comentan los autores.