MADRID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un equipo del Hospital General de Massachusetts y de la Facultad de Medicina de Harvard (Estados Unidos) ha desarrollado un método basado en inteligencia artificial para examinar los medicamentos ya disponibles como posibles tratamientos para la enfermedad de Alzheimer.
El método podría representar una forma rápida y económica de reconvertir las terapias existentes en nuevos tratamientos para esta enfermedad neurodegenerativa progresiva y debilitante. Y lo que es más importante, también podría ayudar a revelar nuevas dianas terapéuticas inexploradas al señalar los mecanismos de acción de los fármacos.
"La readaptación de los fármacos ya aprobados para la enfermedad de Alzheimer es una idea atractiva que puede ayudar a acelerar la llegada de un tratamiento eficaz, pero, por desgracia, incluso para los fármacos previamente aprobados, los ensayos clínicos requieren recursos sustanciales, por lo que es imposible evaluar todos los fármacos en los pacientes con la enfermedad de Alzheimer. Por ello, construimos un marco para priorizar los fármacos, ayudando a que los estudios clínicos se centren en los más prometedores", explica uno de los líderes del estudio, Artem Sokolov.
En un artículo publicado en 'Nature Communications', Sokolov y sus colegas describen su marco, denominado 'DRIAD' (Drug Repurposing In Alzheimer's Disease), que se basa en el aprendizaje automático, una rama de la inteligencia artificial en la que los sistemas se "entrenan" con grandes cantidades de datos, "aprenden" a identificar patrones reveladores y aumentan la toma de decisiones de investigadores y clínicos.
El 'DRIAD' funciona midiendo lo que ocurre en las células neuronales del cerebro humano cuando se trata con un fármaco. A continuación, el método determina si los cambios inducidos por un fármaco se correlacionan con los marcadores moleculares de la gravedad de la enfermedad. El método también permitió a los investigadores identificar los fármacos que tenían efectos tanto protectores como perjudiciales para las células cerebrales.
"También nos aproximamos a la direccionalidad de tales correlaciones, ayudando a identificar y filtrar los fármacos neurotóxicos que aceleran la muerte neuronal en lugar de prevenirla", añade otro de los autores, Steve Rodríguez. 'DRIAD' también permite a los investigadores examinar a qué proteínas se dirigen los fármacos más prometedores y si existen tendencias comunes entre las dianas.
El equipo aplicó el método de cribado a 80 fármacos aprobados y probados clínicamente para una amplia gama de afecciones. El análisis dio lugar a una lista de candidatos, en la que varios fármacos antiinflamatorios utilizados para tratar la artritis reumatoide y los cánceres de sangre aparecieron como principales candidatos.
Estos fármacos pertenecen a una clase de medicamentos conocidos como inhibidores de la quinasa Janus. Los fármacos actúan bloqueando la acción de las proteínas Janus quinasa, que alimentan la inflamación, y de las que se sospecha que desempeñan un papel en la enfermedad de Alzheimer y son conocidas por su función en las enfermedades autoinmunes. Los análisis del equipo también apuntan a otras posibles dianas de tratamiento que deben investigarse.