MADRID, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigación de la Universidad Estatal de Washington (Estados Unidos) ha desarrollado un sistema de administración de medicamentos con curcumina, el ingrediente principal de la cúrcuma de especias, que inhibe con éxito las células cancerosas óseas a la vez que promueve el crecimiento de células óseas sanas.
El trabajo, publicado en la revista 'ACS Applied Materials and Interfaces', podría conducir a mejores tratamientos postoperatorios para las personas con osteosarcoma, la segunda causa más frecuente de muerte por cáncer en niños.
Los pacientes jóvenes con cáncer de hueso a menudo son tratados con altas dosis de quimioterapia antes y después de la cirugía, muchas de las cuales tienen efectos secundarios perjudiciales. A los investigadores les gustaría desarrollar opciones de tratamiento más suaves, especialmente después de la cirugía cuando los pacientes están tratando de recuperarse del daño óseo al mismo tiempo que están tomando medicamentos fuertes para suprimir el crecimiento del tumor.
La cúrcuma se ha utilizado en la cocina y como medicina durante siglos en los países asiáticos, y su ingrediente activo, la curcumina, ha demostrado tener capacidades antioxidantes, antiinflamatorias y de formación ósea. También se ha demostrado que previene varias formas de cáncer. "Las biomoléculas naturales derivadas de estos productos vegetales son baratas y una alternativa más segura a las drogas sintéticas", recuerdan los investigadores.
Sin embargo, cuando se toma por vía oral como medicamento, el compuesto no puede ser bien absorbido en el cuerpo. Se metaboliza y se elimina con demasiada rapidez. En su estudio, los investigadores utilizaron la impresión en 3D para construir estructuras de soporte con fosfato de calcio. Aunque la mayoría de los implantes están hechos de metal, estas estructuras cerámicas, que son más parecidas al hueso real, podrían algún día ser usados como material de injerto después de una cirugía de cáncer de hueso.
Los investigadores incorporaron curcumina, encapsulada en una vesícula de moléculas de grasa en los andamios, permitiendo la liberación gradual del químico. Así, evidenciaron que su sistema inhibía el crecimiento de células de osteosarcoma en 96 por ciento después de 11 días, en comparación con las muestras no tratadas. El sistema también promovió el crecimiento saludable de las células óseas.