MADRID, 4 Ago. (EDIZIONES) -
Los medicamentos fotosensibles son medicamentos sensibles a la luz, es decir, aquellos que deben protegerse de la luz (tanto natural como artificial) para evitar su deterioro, puesto que pueden alterarse sus propiedades físico-químicas y farmacológicas.
"Es decir, pueden sufrir cambios en su aspecto, disminución de su actividad farmacológica o provocar reacciones adversas. Por ello, suelen almacenarse en envases opacos", señala en una entrevista con Infosalus Carlos Fernández Moriano, farmacéutico del Área de Información del Medicamento del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos.
Pero este experto además diferencia por otro lado aquellos fármacos que pueden producir fotosensibilidad, los llamados 'fotosensibilizantes' o "aquellos que, combinados con radiaciones ultravioletas (procedentes, por ejemplo, del Sol), provocan una reacción cutánea anormal"
Según concreta el farmacéutico, la lista de fármacos fotosensibilizantes (en mayor o menor grado) es larga, pero por su frecuencia de uso destaca los siguientes:
.- Antidepresivos: Fluoxetina o paroxetina.
.- Antiinflamatorios no esteroideos: El ibuprofeno, entre ellos.
.- Antihistamínicos: Ebastina, loratadina o cetirizina; de especial riesgo es el uso de cremas con antihistamínicos tópicos (por ejemplo, difenhidramina, usada para las picaduras de mosquitos).
.- Antiulcerosos: Omeprazol o ranitidina.
.- Antihipertensivos: Enalapril, losartán, amlodipino.
.- Benzodiazepinas.
.- Retinoides: Isotretinoína o ácido retinoico.
.- Anticonceptivos orales.
.- Hipolipemiantes: Las estatinas.
.- Diuréticos: furosemida.
Pero, además de estos fármacos, el miembro del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos señala que existen también otros productos que pueden producir reacciones adversas, como algunos determinados productos cosméticos que contengan algunos colorantes, perfumes, esencias de limón o lavanda, o compuestos como retinol o ácido glicólico. "En esos casos, se aconseja su uso por la noche y aplicarse una alta protección solar por el día", puntualiza.
Con ello, Carlos Fernández Moriano realiza una serie de recomendaciones básicas en caso de estar usando algún medicamento fotosensibilizante, pero que pueden servir para el uso de cualquier medicamento, según asegura:
.- Utilizar siempre protector solar en cantidad suficiente y con factor de protección solar elevado, y renovar la aplicación cada 2 horas y después de cada baño. Recordar que también hay que protegerse del Sol en invierno, no sólo en verano.
.-Evitar exponerse al Sol en las horas centrales del día (por ejemplo, entre las 12.00 y las 16.00 horas) o en los días con índice ultravioleta más alto. Y, en caso de exposición, protegerse adecuadamente con ropa, gafas, sombrero, etc. Proteger, sobre todo, zonas sensibles de la piel, como cara, cuello, calva, hombros, escote, orejas, manos y empeines.
.- Consultar con el médico o farmacéutico de confianza si los medicamentos o productos de belleza que esté utilizando contienen agentes fotosensibilizantes capaces de inducir alergias o reacciones de fototoxicidad si se toma el sol mientras se utilizan. La intervención del farmacéutico supone una elevada garantía en el proceso global de adecuación, efectividad y seguridad de los tratamientos con medicamentos.
.- Hay que estar alerta ante cualquier mínimo síntoma de quemadura solar desproporcionada, en cuyo caso puede ser necesario suspender la administración del medicamento y consultar al médico.
.-Los pacientes con fototipos bajos (pieles blancas y con tendencia a quemarse) deben extremar las precauciones para una buena fotoprotección.
REACCIONES ADVERSAS
A su vez, el farmacéutico incide en que la fotosensibilidad por medicamentos puede provocar dos tipos de reacciones adversas cutáneas:
.- Fototóxicas: Son las más frecuentes y se producen en personas que usan altas dosis de un fármaco fotosensibilizante. Aparece inmediatamente tras la exposición solar, con lesiones que sugieren una quemadura solar exagerada, con sensación de ardor y de formación de microvesículas (ampolla), o urticaria. Estas lesiones son variables en cada persona, dependiendo de las diferencias en la absorción y metabolismo, el tipo de piel y su grosor, entre otros factores.
.-Fotoalérgicas: Más raras, se deben a medicamentos tópicos (pomadas, geles, etc.), y son consecuencia de una reacción fotoquímica al absorberse la radiación solar. Aparecen en personas con predisposición (incluso con dosis bajas del medicamento) por activación del sistema inmune, y tras varias horas de la exposición al sol (12-72 horas) en forma de dermatitis de contacto, con erupción tipo eccema, hinchazón y picor, pudiendo extenderse más allá de la zona de piel expuesta al sol.
"En las últimas semanas se ha hablado de los posibles efectos adversos cutáneos que puede producir el uso de gel hidroalcohólico ante la exposición solar. Aunque algunos expertos afirman que es poco probable que se produzcan quemaduras en la piel debido a su uso, ya que el alcohol se evapora muy rápido como para generar quemaduras, no se recomienda su uso en exposiciones solares prolongadas", concluye Carlos Fernández Moriano, farmacéutico del Área de Información del Medicamento del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos.