MADRID, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
Lundbeck ha lanzado al mercado 'Asenapina', un fármaco "de más rápido efecto" en los enfermos de trastorno bipolar de tipo 1 que los medicamentos existentes hasta el momento, según ha explicado la responsable del departamento médico de Lundbeck España, Susana Gómez-Lus. El tratamiento "está indicado para los pacientes con manía aguda y para un consumo continuado", asegura.
Los afectados por trastorno bipolar en España alcanzan ya las 950.000 personas, y están divididos en las tipologías 1 y 2. Los primeros "sufren periodos de depresiones y exaltaciones desproporcionadas, por lo que hay que ingresarlos", sostiene el jefe de sección de Psiquiatría del Hospital del Sureste de Madrid, el doctor José Manuel Montes. Por su parte, los pacientes inmersos en la segunda variante de la enfermedad, para los que está indicado el nuevo fármaco, "tienen periodos de exaltación muy atenuada, lo que hace que se confunda con la depresión y sea más difícil el diagnóstico", manifiesta.
'Asenapina' es un medicamento que se ingiere por vía oral y que "actúa sobre muchos receptores relevantes de las neuronas, y así consigue un espectro más amplio que los otros fármacos", afirma el jefe de sección de Psiquiatría y director de la unidad de Trastorno Bipolar del Instituto de Neurociencia del Hospital Clínic de Barcelona, el doctor Eduard Vieta. A su juicio, "actúa más rápido porque se absorbe antes, y es más tolerable para los pacientes".
Precisamente, el hecho de que incida sobre los receptores de las neuronas hace que tenga un efecto de "pérdida leve de memoria en los pacientes". Sin embargo, tiene un perfil de efectos secundarios "muy equilibrado. Ninguno es muy predominante", subraya.
Algunas de estas consecuencias no deseadas son "un ligero aumento de peso, un adormecimiento de la boca que dificulta expresarse durante unos minutos y un grado bajo de somnolencia", explica. No obstante, 'Asepina' ha sido aprobada en ensayos clínicos y ya está en el mercado desde hace tres meses.
Hasta ahora, la medicación para los enfermos se realizaba a través de litio o fármacos creados para afectados de epilepsia. Además, en los últimos tiempos se han empleado antipsicóticos que tienen buenos efectos a largo plazo", manifiesta el doctor Vieta.
LA MITAD DE LOS ENFERMOS NO HAN SIDO DIAGNOSTICADOS
Sin embargo, tal y como explica el doctor Montes, el principal problema de esta patología "es la falta de diagnóstico". En su opinión, "muchas personas no han sido catalogadas aún como enfermas de trastorno bipolar. Es importante conseguir un diagnóstico precoz para que la enfermedad evolucione favorablemente", sentencia.
Además, el galeno considera que si se tarda en detectar el problema, los afectados "tienden al autotratamiento, lo que les provoca un deterioro". El doctor Vieta, por su parte, lamenta el hecho de que las depresiones sean tratas en Atención Primaria, ya que "el médico sólo tiene 6 minutos para detectar el trastorno bipolar, cuando se necesita como mínimo media hora".
Esta patología se da por igual en hombres y mujeres, y se desarrolla entre los 20 y los 30 años de vida. "Tiene un origen genético, pero esto sólo indica una predisposición", argumenta el doctor Montes. Además, pone de manifiesto que "las causas ambientales como el estrés o las drogas" incrementan las posibilidades de que la persona desarrolle la enfermedad.
Otra de las consideraciones que el experto resalta es la importancia de que una vez que la persona es informada de que padece trastorno bipolar "no rechace el diagnóstico y entienda que se puede vivir con la enfermedad si se trata adecuadamente. Es necesario que se olvide de los mitos" que acompañan a esta patología, reitera.
Otro problema es el hecho de que al encontrarse bien en los periodos de euforia, el paciente "no tenga conciencia de la enfermedad y no tome la medicación", subraya el doctor Vieta. Circunstancia que se repite cuando está depresivo porque "piensa que nada le va a curar", aclara.
Por último, el doctor Montes asegura que "el diagnóstico sigue siendo clínico. No tenemos una herramienta concreta para detectar la enfermedad", mantiene. El trastorno bipolar "es muy desconocido, incluso entre el personal sanitario. Es la enfermedad psiquiátrica más difícil de diagnosticar, lo que hace que la mitad de los enfermos no sepan que lo están", concluye el doctor Vieta.