MADRID, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
Investigadores en Química de la Universidad Estatal de Oregon (Estados Unidos) han patentado un método para fabricar compuestos antileucémicos que hasta ahora solo han estado disponibles a través de un árbol asiático que los produce.
Así, esta nueva síntesis de cefalotaxina y homoharringtonina (HHT) allana el camino hacia medicamentos contra la leucemia menos costosos y más fácilmente disponibles, cuya producción no esté sujeta a los riesgos e ineficiencias asociados con la recolección de fuentes naturales. Además, la síntesis de cefalotaxina abre la puerta a la preparación de otros compuestos relacionados para su evaluación como posibles nuevos fármacos contra el cáncer.
La HHT, también conocida como mepesuccinato de sinribo u omacetaxina, se utiliza para tratar la leucemia mieloide crónica, uno de los cuatro tipos principales de la enfermedad. Históricamente, se ha fabricado añadiendo un éster a la cefalotaxina, un alcaloide derivado de las hojas de un árbol asiático: el tejo de ciruelo japonés. La única manera de obtener más cefalotaxina era plantar más árboles. "Eso es problemático", explica el autor correspondiente, Christopher Beaudry.
"Los árboles no crecen muy rápido. Y cualquier tipo de problema agrícola puede afectar a la producción del material. Mediante el uso de la síntesis química, podemos comenzar con productos químicos básicos para preparar la cefalotaxina, y optimizar aún más el proceso para hacerlo comercialmente viable", asegura Beaudry, cuyo trabajo se ha publicado en la revista 'Angewandte Chemie'.
La leucemia mieloide crónica se trata con medicamentos, como 'Gleevec' (imatinib), que se unen a una proteína causante de cáncer y la inactivan, hasta que el tumor muta y el medicamento deja de funcionar, que es donde entra en juego HHT: detiene la producción de todas las proteínas que las células de leucemia de crecimiento rápido requieren.
Además, HHT es prometedor para frustrar las células madre de la leucemia mieloide crónica, así como para combatir otras líneas de células cancerosas. Beaudry y su equipo utilizaron una apertura anular oxidativa de un furano, un tipo de compuesto orgánico, para desencadenar la síntesis de HHT a través de una reacción conocida como ciclización transanular espontánea de Mannich.
"De principio a fin (los nueve pasos del producto químico que compramos) el rendimiento es superior al 5 por ciento, lo que suena terrible, pero en realidad es bastante bueno. Típicamente, el rendimiento de cualquier proceso sería mucho menor (piensa en cuánta masa arbórea se requiere para hacer HHT) y creemos que también podemos hacer más mejoras", señala el investigador.
Ahora, los investigadores quieren asociarse con la industria farmacéutica para no tener que cultivar árboles para conseguirlo. "Y tal vez se nos ocurra un inhibidor de traducción de proteínas más potente, o un inhibidor más selectivo. También existe la posibilidad de que esta molécula pueda encontrar aplicación para bloquear la síntesis bacteriana de proteínas, lo que sería útil para el tratamiento de patógenos resistentes a los antibióticos", concluye.