MADRID, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
Utilizar antibióticos frente a cualquier mal que padezcan los niños no es la solución adecuada, tal como ha advertido la coordinadora del Servicio de urgencias de Pediatría de Quirónsalud Sagrado Corazón, la doctora Pilar Camacho, que ha explicado que si se suministran cuando no hacen falta el cuerpo se acostumbra y no harán efecto cuando sí se necesiten.
"Si usamos mal los antibióticos y los administramos cuando no hacen falta, los gérmenes que viven con nosotros desarrollan resistencias contra él y aprenden a defenderse y a sobrevivir a pesar suyo, y cuando aparezca y produzca una infección real el medicamento no servirá de nada", ha afirmado la doctora Camacho.
"La mayoría de las veces, los cuadros febriles que presentan los niños, acomnpañados frecuentemente de síntomas respiratorios (mocos y tos) o digestivos (vómitos y diarrea) son producidos por virus, frente a los cuales los antibióticos no tienen ninguna utilidad", ha informado.
La doctora ha puntualizado que "los virus son gérmenes microscópicos que infectan con gran frecuencia en la infancia, sobre todo en lugares de alta concentración de niños, como guarderías y colegios. Estos procesos no tienen tratamiento específico, las defensas de un niño saño y bien vacunado serán suficientes para superar la infección. Bastará con los cuidados generales de hidratación y administración de antitérmicos si es necesario".
"Siempre hay que estar atentos a la evolución de estos cuadros y, si la fiebre persistie 48-72 horas o existe afectación del estado general el pediatra debe valor al paciente", ha continuado la especialista. "Los antibióticos deben ser prescritos por el pediatra y los padres y cuidadores deben de cumplimentar el tratamiento de forma estricta", ha concluido la doctora Camacho.