MADRID 2 Feb. (EUROPA PRESS) -
El tratamiento combinado de esteroides y estatinas podría reducir el "envejecimiento acelerado" de los bebés prematuros, según sugiere un estudio en ratas publicado en la revista 'Hypertension'.
Los corticoides que suelen administrarse a los bebés prematuros y que pueden salvarles la vida también aumentan el riesgo de problemas cardiovasculares a largo plazo, pero un nuevo estudio en ratas ha descubierto que si se administran junto con estatinas, sus efectos positivos se mantienen mientras que los posibles efectos secundarios negativos se "eliminan".
Científicos de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) administraron a ratas recién nacidas, que nacen prematuramente de forma natural, esteroides glucocorticoides combinados con estatinas. Los resultados demuestran que el tratamiento combinado eliminó los efectos negativos de los esteroides sobre el sistema cardiovascular y mantuvo sus efectos positivos sobre el sistema respiratorio en desarrollo.
El nacimiento prematuro (antes de las 37 semanas) es una de las mayores causas de mortalidad en la medicina perinatal actual. Uno de cada diez bebés nace prematuro en los países de renta alta; esta cifra puede aumentar hasta casi el 40% en los países de renta baja y media.
Los bebés prematuros son extremadamente vulnerables porque se pierden una etapa final de desarrollo crucial en la que se produce la hormona cortisol, que se libera exponencialmente en la sangre del feto. El cortisol es vital para la maduración de los órganos y sistemas necesarios para mantener con vida al bebé una vez nacido.
Por ejemplo, en los pulmones, el cortisol garantiza que se vuelvan más elásticos. Esto permite que los pulmones se expandan para que el bebé pueda respirar por primera vez. Sin cortisol, los pulmones del recién nacido estarían demasiado rígidos, lo que provocaría el síndrome de dificultad respiratoria (SDR) y podría ser mortal.
El tratamiento clínico establecido para cualquier embarazo con amenaza de parto prematuro es la terapia con glucocorticoides, administrados a través de la madre antes de que nazca el bebé y/o directamente al bebé después del nacimiento. Estos esteroides sintéticos imitan el cortisol natural acelerando el desarrollo de los órganos -incluidos los pulmones-, lo que significa que el bebé prematuro tiene muchas más probabilidades de sobrevivir.
El autor principal del estudio, el profesor Dino Giussani, del Departamento de Fisiología, Desarrollo y Neurociencia de la Universidad de Cambridge, apunta que "los glucocorticoides son un claro salvavidas, pero el problema de los esteroides es que aceleran la maduración de todos los órganos. Para los pulmones del bebé es beneficioso, pero para el corazón y el sistema circulatorio puede ser perjudicial: se parece al envejecimiento acelerado".
Un estudio clínico anterior del laboratorio del profesor Paul Leeson, de la Universidad de Oxford, descubrió que las personas que habían estado expuestas a la terapia con glucocorticoides cuando eran bebés no nacidos, a través de sus madres, mostraban medidas de salud cardiovascular típicas de personas una década mayores.
El doctor Andrew Kane, investigador de Cambridge que participó en el estudio con ratas, pensó que este envejecimiento acelerado podía deberse al estrés oxidativo provocado por los esteroides. Los esteroides provocan un desequilibrio de las moléculas conocidas como radicales libres, lo que da lugar a una reducción del óxido nítrico. El óxido nítrico es muy beneficioso para el sistema cardiovascular: aumenta el flujo sanguíneo y tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Para comprobar si la falta de óxido nítrico podía ser el origen de los efectos secundarios cardiovasculares negativos asociados al tratamiento con glucocorticoides, los investigadores combinaron el tratamiento con esteroides con estatinas, muy utilizadas para reducir el colesterol y conocidas por aumentar el óxido nítrico.
Los investigadores administraron a las crías de rata el esteroide sintético dexametasona combinado con la estatina pravastatina. Hubo otros tres grupos: uno que recibió dexametasona sola, otro que recibió pravastatina sola y un grupo de control que recibió solución salina. A continuación, se tomaron medidas de la función respiratoria y cardiovascular cuando las ratas habían alcanzado la "infancia".
Los científicos de Cambridge descubrieron que los esteroides producían efectos adversos en el corazón y los vasos sanguíneos, así como índices moleculares asociados a problemas cardiovasculares. Pero si se administraban estatinas al mismo tiempo, las ratas quedaban protegidas de estos efectos. Y lo que es más importante, las estatinas no afectaron a ninguno de los efectos beneficiosos de los esteroides sobre el sistema respiratorio.
"Nuestro descubrimiento sugiere que la terapia combinada de glucocorticoides y estatinas puede ser más segura que los glucocorticoides solos para el tratamiento de los bebés prematuros", afirma el profesor Giussani.
"No estamos diciendo que haya que dejar de usar glucocorticoides, ya que es evidente que son un tratamiento que salva vidas. Lo que decimos es que para mejorar esta terapia -para afinarla- podríamos combinarla con estatinas --prosigue--. Esto nos daría lo mejor de ambos mundos: podríamos mantener los beneficios de los esteroides sobre los pulmones en desarrollo, pero 'eliminar' sus efectos secundarios adversos sobre el corazón y la circulación en desarrollo, con lo que la terapia sería mucho más segura para el tratamiento del parto prematuro".
El equipo tiene previsto repetir el experimento en ovejas, cuya fisiología es similar a la humana, antes de realizar ensayos clínicos en humanos.