La combinación de dos biológicos mejora la respuesta en cáncer de pulmón presenta mutación de EGFR

Actualizado: lunes, 6 octubre 2014 19:38

MADRID 6 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un estudio presentado en el congreso de la Asociación Americana de Oncología Clínica (ASCO) celebrado en Chicago (EEUU) ha mostrado que la combinación de dos terapias biológicas, erlotinib y bevacizumab, como tratamiento de primera línea mejora la respuesta en pacientes con carcinoma de pulmón en fase avanzada y mutación en el gen EGFR, según ha informado la compañía farmacéutica.

Desde hace años se sabe que una terapia dirigida como el fármaco oral erlotinib, comercializado como 'Tarceva', en monoterapia consigue mejorar en solitario la supervivencia de pacientes con cáncer no microcítico de pulmón que presenten mutación en el gen EGFR. Del mismo modo, el antiangiogénico bevacizumab, comercializado como 'Avastin', es una opción eficaz cuando se combina con quimioterapia en este tipo de tumor independientemente de la presencia o no de esta mutación.

"Ambas están, por tanto, aprobadas por las autoridades sanitarias con estas indicaciones para un carcinoma que tanto en España como en el mundo occidental es el de mayor mortalidad", recuerda la compañía, que destaca que los pacientes que recibieron la combinación lograron una mediana de supervivencia libre de progresión seis meses mayor que si recibían sólo la monoterapia.

El estudio, que compara erlotinib en monoterapia frente a la combinación de ambos fármacos, fue abierto, randomizado y realizado entre febrero de 2011 y marzo de 2012, incluyó 154 pacientes con cáncer no microcítico de pulmón no escamoso y mutación en el gen EGFR, realizado por investigadores japoneses logró su objetivo primario: la combinación mejoró significativamente el tiempo sin progresión de la enfermedad

La mitad de los pacientes recibió la combinación de erlotinib (150 mg/día) y bevacizumab (15 mg/kg cada tres semanas), y la otra mitad erlotinib (150 mg/día) en monoterapia; en ambos casos hasta progresión de la enfermedad o hasta que la toxicidad hiciera imposible mantener el tratamiento.

Según la doctora Enriqueta Felip, oncóloga del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, "la magnitud de la mejoría que supone añadir bevacizumab a erlotinib en términos de supervivencia libre de progresión es, sin duda, relevante desde el punto de vista clínico. Nunca antes en este subgrupo de pacientes se había comparado el tratamiento estándar con Erlotinib frente a dos agentes biológicos".

El estudio japonés no es el único que en este momento investiga el potencial de esta estrategia. El Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP) y el grupo europeo ETOP (European Thoracic Oncology Platform) llevan a cabo, desde hace un año y medio el estudio BELIEF, un fase II que pretende reclutar 100 pacientes con la mutación EGFR para recibir la combinación de Erlotinib y Bevacizumab.

"Pronto tendremos datos de lo que el uso conjunto de ambos fármacos puede aportar en nuestra población, porque siempre hay diferencias en lo que a la mutación se refiere entre población asiática y caucásica. La suma de los dos estudios puede ser clave para cambiar la práctica clínica", comenta la doctora Felip.

Las mutaciones en el EGFR son más frecuentes en los tumores de pacientes con histología adenocarcinoma, en mujeres y en no fumadores. Hace justo diez años se descubrieron unas alteraciones en forma de mutación en el gen EGFR; pocos años después se comprobó que Erlotinib, siendo eficaz en los pacientes con cáncer de pulmón no microcítico avanzado, resultaba especialmente efectivo en el subgrupo de los que portaban la mutación. De ahí la importancia de realizar a los pacientes la prueba que permite identificar quiénes tienen la mutación.