MADRID, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC) recomienda extremar las precauciones con los medicamentos ante las altas temperaturas u olas de calor y avisa de que es preferible no guardarlos en cocinas ni cuartos de baño ya que "al estar sujetos a cambios bruscos de humedad y temperatura que pueden alterar sus condiciones".
Esta sociedad científica recuerda que las olas de calor (cuando se producen de forma continuada temperaturas en torno a los 40 grados) no sólo afectan a las personas sino también a los medicamentos, que pueden provocar problemas añadidos a los pacientes si no se conservan en buen estado.
En ese sentido, aconsejan conservar los medicamentos en lugares limpios, frescos y secos, respetando las condiciones que figuren en el envase, dado que unas malas condiciones de conservación pueden restar eficacia a los medicamentos y producir efectos no deseados.
Para evitarlo, recomienda conservar en frigorífico los jarabes y suspensiones, cremas, supositorios y óvulos ya que son formas farmacéuticas más sensibles a temperaturas elevadas (en el caso de supositorios y óvulos conviene ponerlos a temperatura ambiente unos minutos antes de su aplicación).
Y también desaconseja guardar medicamentos de forma habitual en las guanteras de los vehículos en caso de viajes, ya que son lugares donde se acumula el calor.
Además, los fármacos siempre han de protegerse de la luz y conservarse en el envase original. En el caso de que se utilicen pastilleros, se recomienda recortar los blíster para mantener las pastillas bien protegidas e identificadas.
PUEDEN DIFICULTAR LA ADAPTACIÓN DEL ORGANISMO AL CALOR
En función de su mecanismo de acción, determinados medicamentos pueden alterar la adaptación del organismo a las altas temperaturas, máxime si entran en juego factores de riesgo como la edad extrema (lactante, niño, persona de edad avanzada), la necesidad de polimedicación o las patologías crónicas.
Entre los medicamentos con los que hay que extremar precauciones en caso de ola de calor figuran los fármacos diuréticos, que pueden propiciar una mayor pérdida de líquidos, los tranquilizantes y antidepresivos, que pueden impedir la pérdida de calor del organismo, o los medicamentos hipertensivos, que hacen bajar la presión arterial y agravan los efectos de calor.
Asimismo, señala SEFAC, es importante evitar la toma de antiinfilamatorios no esteroideos como el ibuprofeno, que pueden perjudicar el riñón en caso de deshidratación. Por ello, en caso de fiebre conviene evitar la toma de paracetamol, debido a su ineficacia para tratar la insolación.
OTROS CONSEJOS ANTE OLAS DE CALOR
Además de extremar la precaución con los medicamentos en verano es recomendable seguir una serie de medidas higiénico-dietéticas que ayudan combatir los efectos del exceso de calor en el organismo, como la ingesta de líquidos aún sin tener sed, evitar alcohol y bebidas azucaradas o con cafeína, usar de ropa ligera y holgada y el consumo de frutas y verduras.
Del mismo modo, además de evitar exponerse al sol en exceso en las horas centrales del día, conviene reconocer los síntomas del golpe de calor, que es un fenómeno frecuente, aunque no exclusivo, entre adultos jóvenes y sanos que hacen ejercicio con temperaturas o humedades ambientales muy superiores a los normales.
Estos síntomas son reducción o cese de la sudoración (síntoma precoz), cefalea, mareo, confusión, taquicardia, piel caliente y seca, inconsciencia y convulsiones. Y aunque se ha debatido sobre el papel de los medicamentos entre los factores de riesgo durante los golpes de calor, no ha sido posible hasta la fecha establecer una relación de causalidad entre las condiciones climáticas y los tratamientos farmacológicos.