MADRID, 28 Dic. (EUROPA PRESS) -
El volumen de negocio generado por los centros médicos ambulatorios de carácter privado se han visto afectados durante el ejercicio 2020 por el impacto de la crisis sanitaria de la COVID-19, hasta el punto que los ingresos se han reducido en 7,5 por ciento, respecto al 2019, según el Observatorio Sectorial DBK de INFORMA (filial de CESCE).
Las aseguradoras y mutualidades han concentrado alrededor de las tres cuartas partes de la facturación de los centros médicos ambulatorios, repartiéndose el 25 por ciento restante entre clientes privados puros y los conciertos con instituciones sanitarias públicas. De acuerdo con el informe, en el sector operan unos 1.700 centros médicos ambulatorios, incluyendo en esta cifra centros
multiespecialidad y centros especializados, excepto clínicas dentales, oftalmológicas, capilares, de cirugía estética, de diagnóstico por imagen y de reproducción asistida.
A su vez, la estructura empresarial se caracteriza por la participación mayoritaria de empresas de pequeño tamaño que generalmente cuentan con un único centro y una cartera de especialidades médicas limitada. Junto a ellas opera un reducido número de grandes operadores (entre los que destacan grupos hospitalarios y compañías aseguradoras) que cuentan con una amplia red de centros y que en los últimos años están aumentado su presencia en el sector a través de la apertura de nuevos centros o la adquisición de otros existentes.
Sin embargo, el sector registra una alta atomización, puesto que los cinco primeros operadores reunieron en 2020 el 12,5 por ciento del valor del mercado total, porcentaje que se situó en el
20,9 por ciento al considerar a los diez primeros.