MADRID, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Centro Médico Teknon de Barcelona ha incorporado desde septiembre el microscopio quirúgico Kinevo 900, del que ya se han beneficiado pacientes con inestabilidad craneocervical, escoliosis o epilepsia. Esta plataforma de visualización híbrida permite al cirujano 'guardar' diferentes posiciones del microscopio a las que puede regresar en cualquier momento. Además, incorpora los diferentes sistemas de fluorescencia actuales intraoperatorios.
La principal novedad del Kinevo 900 es su condición híbrida, es decir, funciona como un microscopio, pero también como un exoescopio. "Se puede utilizar mirando a través del microscopio o solamente poniéndolo para que registre la visión del campo. De forma que lo veas en una pantalla como si fuera una endoscopia, pero desde fuera, un exoescopio", explica el neurocirujano y director de Neuroinstitut en el Centro Médico Teknon, Bartolomé Oliver.
Gracias a esto, los demás miembros del equipo pueden seguir y asistir mejor la evolución de una intervención quirúrgica. "Los ayudantes pueden ayudar con mayor eficacia porque ven exactamente lo que les está pidiendo el cirujano. Mientras que este puede actuar más eficientemente porque tiene mejor asistencia", señala el doctor Bartolomé Oliver. Y no solo es de ayuda para el cirujano. Según asevera el neurocirujano, "la máquina también permite que estos mismos ayudantes se formen y aprendan mejor la técnica operatoria".
Por otro lado, el microscopio Kinevo 900 está adaptado a todos los sistemas actuales de fluorescencia intraoperatoria. Como señala el doctor Bartolomé Oliver, la fluorescencia permite ver mejor los límites de los tumores. Y este dispositivo permite que el Centro Médico Teknon disponga de filtros de fluorescencia vascular por primera vez. "Con esta tecnología podemos ver el flujo de una arteria o una vena. Son pequeños detalles que sumados hacen que todo sea mejor", argumenta el doctor Oliver.
El doctor Vicen Gilete, neurocirujano del equipo de Neuroinstitut, destaca otra particularidad de esta tecnología. Está montado en un brazo robótico bajo el control del cirujano mediante un 'joystick', de forma que el cirujano puede "guardar" diferentes posiciones del microscopio y regresar a ellas en cualquier momento, así como realizar pequeños movimientos sin que la imagen se desenfoque. A su vez, la máquina permite grabar una cirugía en 3D.
"Con unas gafas especiales ves la cirugía en 3D en la pantalla de protección. La visión tridimensional te permite ver mejor las relaciones y apreciar mejor las distancias. Por ejemplo, es muy práctico para la docencia", indica el doctor Gilete. Pero ¿en qué beneficia al paciente el uso de esta tecnología? Su cirujano va a trabajar más cómodo y con más medios tecnológicos. Tiene más medios para hacer el tratamiento del paciente", concluye el doctor Bartolomé Oliver.