BARCELONA 4 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (Favb) ha realizado este jueves una campaña informativa en el barrio de Sant Andreu de Barcelona para animar a los catalanes a no pagar el euro por receta.
En declaraciones a Europa Press, la vocal de sanidad de la Favb Marcel·la Güell ha explicado que se han dirigido a dos farmacias para retirar medicamentos haciendo entrega de los documentos necesarios para convertirse en insumisos, un trámite que precisa de la presentación de una fotocopia del DNI y que no evita la dispensación del fármaco.
"No es ninguna acción en contra de ninguna farmacia", ha reseñado Güell, que ha responsabilizado exclusivamente al Govern de la puesta en marcha de esta tasa única en España y que se suma al aumento del copago farmacéutico decretado por el Govern.
La Generalitat ha recaudado 20 millones de euros en concepto de la tasa del euro por receta desde su implantación el pasado 23 de junio en las farmacias catalanas hasta el 1 de septiembre, lo que supone una media de dos millones de euros por semana, si bien ha registrado la negativa a pagar la tasa en solo un 0,06% de las recetas emitidas.
Güell ha lamentado el "cinismo" del conseller de Salud de la Generalitat, Boi Ruiz, quien este jueves ha celebrado que el número de recetas dispensadas se haya reducido en un 18% durante los meses de julio y agosto respecto al año pasado --24,7 millones de recetas frente a 20,3--.
La Favb ha señalado que esta disminución podría deberse a que los pacientes prefieran no retirar un medicamento y, adicionalmente, ha dudado de que las recetas que cursaban anteriormente los médicos fueran excesivas.
RECETAS EN 2011
Adicionalmente, el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona (COFB) ya señaló en junio que la dispensación de fármacos había aumentado entre un 15% y un 20%, fenómeno que achacó a la entrada en vigor de la tasa.
El Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) cursó en 2011 alrededor de 155 millones de recetas en Cataluña que supusieron un desembolso de 1.692 millones de euros, lo que, junto con los 600 millones que costaron los medicamentos dispensados en hospitales, llevaron a la comunidad a que uno de cada cuatro euros gastados en salud se destinaran a pagar medicinas.