MADRID 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) han criticado al Ministerio de Sanidad por no haber tenido en cuenta sus recomendaciones para el uso de los nuevos anticoagulantes orales (NACO) indicados para prevenir ictus y embolia en pacientes con arritmias.
En concreto, lamentan que en el último informe de posicionamiento terapéutico (IPT) sobre estos fármacos publicado el pasado mes de noviembre sólo hayan incluido su petición de usar una nueva escala de estratificación de riesgo embólico aceptada por la comunidad científica.
Ante el primer informe que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) aprobó el pasado mes de mayo ambas sociedades científicas elaboraron un documento de consenso que proponía la retirada del visado para la prescripción de estos fármacos ya que "se pierde un tiempo clave" con este procedimiento que puede tener posibles consecuencias en el pronóstico de estos pacientes.
Dicho documento de posicionamiento, publicado en Revista Española de Cardiología, fue ratificado por las sociedades de Medicina Familiar, Hemostasia y Trombosis, Neurología y Emergencias.
Y aunque estimaban que con sus propuestas la utilización de los nuevos anticoagulantes se incrementaría hasta el 30 por ciento, defendieron que la seguridad y eficacia que supondría para los pacientes redundaría en coste-eficacia para el sistema sanitario.
El secretario general de la SEC, Ignacio Fernández Lozano, critica que este informe de posicionamiento terapéutico "se presenta como nuevo estando ya caducado" ya que desde mayo se han hecho públicos estudios que demuestran una y otra vez la necesidad de cambiarlo.
Asimismo, denuncia una incontestable situación de inequidad respecto al acceso a los nuevos anticoagulantes entre los pacientes con fibrilación auricular respecto a otros países e incluso dentro de España. "Estamos a la cola de Europa en anticoagulación", asegura Fernández Lozano.
"Esperamos que el Ministerio tenga a bien escuchar la voz de las sociedades científico-médicas, pues finalmente lo que se persigue es que los pacientes reciban el mejor tratamiento disponible para afrontar esta enfermedad crónica con una mayor cantidad y calidad de vida", ha lamentado.