MADRID, 30 Ago. (EUROPA PRESS) -
En los últimos 20 años se ha reducido el número de medicamentos cardiovasculares en investigación en todas sus fases de desarrollo pese a ser la primera causa de muerte en todo el mundo, según datos de un análisis publicado en la revista 'JACC: Basic to Translational Science'.
Aunque el uso de nuevos fármacos han permitido una reducción significativa de la mortalidad cardiovascular en las últimas dos décadas, estas patologías siguen siendo la principal causa de muerte en el mundo en desarrollo y son responsables de una de cada tres fallecimientos en Estados Unidos.
Los investigadores analizaron los datos de una gran base de datos comercial que rastrea los proyectos de I+D de la industria farmacéutica e incluyó todos los compuestos que habían iniciado la fase 1 de desarrollo clínico entre enero de 1990 y diciembre de 2012, centrándose en aquellos destinados al tratamiento de alguna patología cardiovascular.
En total contabilizaron 347 moléculas que en ese periodo iniciaron un estudio en fase 1, siendo los más comunes los medicamentos antihipertensivos, anticoagulantes o hipolipemiantes, pero el número de fármacos que fueron iniciando ensayos clínicos en cualquier fase de desarrollo se redujo con el tiempo.
Así, mientras que entre los años 1990 y 1995 un total de 108 de los 679 (16%) fármacos que iniciaron un ensayo en fase 1 eran cardiovasculares, entre los años 2005 y 2012 hubo 125 pero apenas representaban un 5 por ciento de los 2.366 compuestos que iniciaron su desarrollo clínico.
Del mismo modo, mientras que en 1990 los medicamentos cardiovasculares protagonizaban el 21 por ciento de los ensayos clínicos en fase 3, previa a la autorización de comercialización, en el año 2012 apenas representaban el 7 por ciento.
CRECEN LOS FÁRMACOS DIRIGIDOS A NUEVOS MECANISMOS
"Este hallazgo arrojan luz sobre varios cambios importantes en la investigación cardiovascular en las últimas dos décadas. Mientras que el número total de nuevos fármacos cardiovasculares en investigación ha disminuido, sí encontramos un crecimiento relativo en el número de nuevos fármacos dirigidos a nuevos mecanismos biológicos", ha reconocido Aaron S. Kesselheim, profesor de la Facultad de Medicina de Harvard y autor principal del estudio.
La mitad de los fármacos cardiovasculares que iniciaron un ensayo clínico fase 3 presentaban un nuevo mecanismo biológico o al menos uno para el que la Agencia Americana del Medicamento (FDA, en sus siglas en inglés) no había aprobado un compuesto. En este caso, la tasa pasó del 27 por ciento en los años 90 al 57 por ciento en 2012.
Aunque el desarrollo de la mayoría de fármacos cardiovasculares contó con el apoyo de grandes empresas farmacéuticas, también crecieron los ensayos clínicos impulsados por pequeñas y medianas empresas.
El editor jefe de 'JACC: Basic to Translational Science', Douglas Mann, cree que estos datos no deben verse solo "como un vaso medio vacío" ya que también es un ejemplo de que "el riesgo de desarrollar fármacos cardiovasculares es más alto que el de otras áreas terapéuticas".