MADRID, 7 Sep. (EUROPA PRESS) -
El uso de tratamientos basados en la combinación de cuatro fármacos que incluyen el anticuerpo monoclonal anti-CD38 en los pacientes de mieloma múltiple de nuevo diagnóstico, tanto candidatos como no candidatos a trasplante, ha mejorado significativamente la tasa de respuestas, así como la calidad de éstas y en consecuencia la supervivencia libre de progresión.
En este sentido, también ha contribuido el uso de fármacos inmunomoduladores (IMIDs) como tratamiento de mantenimiento hasta progresión. Tal y como recuerda la jefa de la Unidad de Mieloma Múltiple y Gammapatías del Servicio de Hematología y Hemoterapia de MD Anderson Cancer Center Madrid, la doctora Rebeca Iglesias del Barrio, es un tipo de cáncer de la médula ósea que se define como una proliferación anormal de células plasmáticas que producen una paraproteína en suero y/o en orina, y para el que no hay cura.
Pese a esto último, el desarrollo de nuevos tratamientos en el campo de la inmunoterapia ha supuesto un avance muy importante para los pacientes. Es el caso de la terapia CAR-T dirigida contra el antígeno BCMA, recientemente aprobada en Europa, indicada para el tratamiento de pacientes con mieloma múltiple en recaída o refractario, que han recibido al menos tres terapias previas y han progresado en el último tratamiento.
En todo caso, el trasplante autólogo sigue siendo el tratamiento estándar en los pacientes sin comorbilidades con mieloma de nuevo diagnóstico. Este tratamiento se realiza tras recibir unos ciclos de quimioterapia. "Los pacientes que no son candidatos a trasplante reciben únicamente tratamiento de quimioterapia", aclara. En este sentido, insiste en que la incorporación de anticuerpos monoclonales al tratamiento del mieloma múltiple mejora la supervivencia.
PERFIL DEL PACIENTE Y DIAGNÓSTICO TEMPRANO
No obstante, en cuanto al perfil general del paciente con mieloma múltiple, la doctora Iglesias del Barrio señala que suele tratarse de pacientes mayores, con una media de edad en torno a los 65 años, aunque no hay un perfil de paciente estándar puesto que la forma de presentación es heterogénea. Suele haber un síntoma predominante, que a veces es la anemia, o la presencia de lesiones óseas dolorosas que pueden causar fracturas patológicas o aplastamientos vertebrales, o incluso insuficiencia renal que puede llegar a precisar tratamiento con diálisis.
En cuanto al diagnóstico, indica que es "relativamente sencillo" y que la sospecha puede estar motivada por una analítica en sangre. "Encontraremos un pico monoclonal en la proteinograma; es decir la presencia de una proteína que es una inmunoglobulina casi siempre de tipo IgG o IgA. Esta proteína monoclonal es producida por un clon de células plasmáticas patológicas que normalmente se encuentran infiltrando la médula ósea, por eso es necesario realizar una biopsia de médula que nos permita cuantificar el grado de infiltración por células plasmáticas que presenta el paciente". Con un porcentaje superior al 10 por ciento y la presencia del componente monoclonal en suero y/o en orina se establece el diagnóstico, según detalla la experta. Además, el estudio se completa con una prueba de imagen que permita valorar el cuerpo entero para poder detectar la presencia de lesiones óseas.
CÓMO HA AFECTADO LA PANDEMIA AL MIELOMA MÚLTIPLE
Por último, la doctora ha contado cómo ha afectado la pandemia de Covid-19 al mieloma múltiple. Inicialmente, se intentaba evitar que los pacientes acudiesen a los hospitales, favoreciendo el uso de esquemas basados en fármacos orales. Además, recuerda que en los momentos más duros se limitó el reclutamiento de nuevos pacientes en ensayos clínicos y se retrasaron los trasplantes no urgentes.
No obstante, apunta que han tenido varios casos de pacientes con mieloma en tratamiento activo que han sufrido infección por SARS-CoV-2 grave, de los cuales más de la mitad lo han superado sin secuelas y han podido continuar con sus tratamientos correspondientes. Por último, en cuanto a la vacunación, señala que la recomiendan con las vacunas basadas en RNA mensajero. "La tolerancia ha sido buena en general y no hemos tenido que lamentar complicaciones graves", ha concluido.