MADRID, 28 Jul. (EUROPA PRESS) -
Bayer y Whitte Ribbon Alliance han publicado una serie de recomendaciones y programas comunitarios para apoyar la prevención y reducción de la mortalidad materna, neonatal e infantil en países en desarrollo.
Concretamente, Bayer invertirá 1,3 millones de dólares durante los próximos tres meses para apoyar estos programas que ampliarán el trabajo llevado a cabo por White Ribbon Alliance en Bangladesh y Zimbabue en apoyo a la iniciativa 'Every Woman Every Child' de la Secretaria General de las Naciones Unidas.
Los programas están destinados a ayudar a mujeres marginadas y a sus familias para obtener el conocimiento, las habilidades y la confianza adecuada para hacerse cargo de su propia salud antes y después del parto.
"El autocuidado es la base de la atención sanitaria y, si se implementa adecuadamente, puede aliviar la carga que deben soportar unos sistemas sanitarios desbordados, reducir costes y aumentar la eficiencia", ha explicado el doctor y miembro del Consejo de Administración de Bayer, Kemal Malik.
"Cuando se prioriza el autocuidado y las mujeres tienen acceso a información sanitaria, se crea un enorme potencial para obtener un impacto mensurable en la salud de las mujeres, los recién nacidos y los niños, que puede durar generaciones", ha añadido.
EL PAPEL DEL AUTOCUIDADO
Por su parte, la directora general de White Ribbon Alliance, Betsy McCallon, ha argumentado que "si se da prioridad al autocuidado se facilita que la mujer sea el centro de las soluciones sanitarias, en vez de un usuario pasivo del sistema. Este acuerdo es también un paso importante para que esto sea una realidad".
Esta iniciativa debe centrarse en la persona para tener un impacto eficaz a largo plazo ya que "las mujeres y familias que se beneficiarán de dichos programas no tienen acceso a unos servicios sanitarios o atención de urgencias de calidad y tienen una gran necesidad de apoyo", ha destacado la coordinadora nacional de White Ribbon Alliande en Bangladesh, Farhana Ahmad.
Por otro lado, ambas compañías han destacado los cambios sistémicos y estructurales necesarios en los sistemas de política sanitaria locales, nacionales y mundiales para abordar los obstáculos. Para ello, es necesario que el gobierno y el entorno comunitario fomenten que las mujeres tengan confianza en sí mismas, conozcan sus derechos y tomen medidas para mejorar su salud.