MADRID, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -
La biofarmacéutica Avizorex Pharma ha obtenido la aprobación de la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos (USPTO, por sus siglas en inglés) para su tratamiento experimental AVX-012, un candidato a fármaco para combatir la sequedad ocular con un mecanismo de acción nuevo que se encuentra en la última fase de ensayos preclínicos.
La patente permitirá, según ha informado la compañía, dar cobertura legal a un descubrimiento del grupo de investigación liderado por el neurocientífico Carlos Belmonte, catedrático de Fisiología de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Alicante, que demostró que la estimulación farmacológica de la proteína a la que se dirige reduce la sequedad ocular.
Mediante esta diana terapéutica, no explorada hasta el momento, el candidato a fármaco AVX-012 aumenta de forma selectiva la secreción lagrimal fisiológica en modelos animales preclínicos de ojo seco crónico sin activar nociceptores oculares (lagrimeo mediado por el dolor), a la vez que reduce las molestias oculares asociadas al ojo seco y es bien tolerado después de la administración tópica ocular.
La licencia de patente ha sido otorgada exclusivamente a Avizorex con una duración mínima hasta 2031, lo que representa una "importante contribución" a la actual cartera de patentes de la biofarmacéutica, han explicado en un comunicado.
Además, de forma paralela la compañía continuará la tramitación de la patente en otras jurisdicciones, que confían en seguir ampliando a medida que se confirma su perfil de seguridad y eficacia.
"Abre las puertas para seguir construyendo una cartera de propiedad intelectual sólida para nuestros inventos y productos en esta área terapéutica", ha asegurado Patrick Tresserras, fundador y director general de Avizorex, que además ha recordado que para combatir esta patología actualmente sólo existe un fármaco de prescripción médica.
NECESIDAD MÉDICA NO CUBIERTA Y CRECIENTE
El síndrome de ojo seco representa una necesidad médica no cubierta en un mercado creciente debido al aumento del uso de medicamentos, cosméticos, pantallas, lentes de contacto, aire acondicionado y el envejecimiento progresivo de la sociedad.
Su prevalencia oscila entre el 10 y el 20 por ciento de la población mundial, aunque en países orientales se puede elevar a un 33 por ciento, según datos del Grupo Español de Superficie Ocular y Córnea (GESOC), y entre los síntomas más frecuentes destacan la irritación, sensibilidad a la luz, prurito, visión borrosa, sensación de cuerpo extraño, hiperemia conjuntival.
El único fármaco actualmente disponible es una formulación del inmunosupresor ciclosporina descubierto hace más de 20 años y, aunque también existen otros desarrollos en fases clínicas, la mayoría presentan un bajo nivel de innovación, según Tresseras, convencido de que su fármaco tiene "potencial de cambiar el paradigma en el tratamiento del síndrome de ojo seco".