Aumentar la dosis de opioides no reduce el dolor

El farmacéutico Dr. Corey Hayes y sus colegas encontraron que las dosis más altas de opioides no trajeron más alivio del dolor, pero sí aumentaron el riesgo de efectos secundarios dañinos.
El farmacéutico Dr. Corey Hayes y sus colegas encontraron que las dosis más altas de opioides no trajeron más alivio del dolor, pero sí aumentaron el riesgo de efectos secundarios dañinos. - JEFF BOWEN
Publicado: lunes, 10 febrero 2020 11:13


MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -

Aumentar la dosis de opioides no mejora el dolor crónico, según ha puesto de manifiesto un estudio liderado por el profesor de la Universidad de Arkansas (Estados Unidos), Corey Hayes, y que ha sido publicado en la revista 'Pain'.

"Los médicos deben tener extrema precaución al embarcarse en una ruta de aumento de las dosis de opioides para controlar el dolor no relacionado con el cáncer", han dicho los expertos, tras analizar a 50.000 pacientes con dolor crónico.

Se trata de unos medicamentos que reducen la intensidad de las señales de dolor en el cerebro y que afectan a áreas del cerebro que controlan las emociones. Si bien los opioides pueden ayudar a controlar el dolor cuando se toman correctamente, tienen un alto riesgo de abuso y adicción.

De hecho, se ha observado que las dosis más altas de opioides pueden provocar una variedad de efectos secundarios, como estreñimiento, mareos, mayor sensibilidad al dolor y un mayor riesgo de trastorno por uso de sustancias.

Ante este escenario, y con el objetivo de conocer mejor si el aumento de las recetas de opioides conduce a un mejor manejo del dolor, los investigadores analizaron los registros médicos de pacientes a los que recetaron opioides para el dolor crónico entre 2008 y 2015. Los pacientes estaban siendo tratados por artritis, dolor de espalda, dolor de cuello, neuropático y migraña.

Durante el período de estudio, se aumentó en un 20 por ciento al día la dosis de opioides en casi 21.000 pacientes, los cuales fueron comparados con más de 32.000 que continuaron tomando la misma dosis de opioide. Todos ellos tuvieron que calificar su dolor en una escala que iba del 0, sin dolor, a 10, una dolencia extrema.

De esta forma, los expertos comprobaron que los pacientes que habían aumentado la dosis no vieron disminuido considerablemente su dolencia ya que, por ejemplo, a los 180 días la reducción sólo fue del 0,1 en la escala de dolor.

"Los cambios en la calificación del dolor deben ser de al menos 0,5 a 1,0 para ser significativos. De hecho, durante el mismo período de tiempo, la puntuación media de dolor para los pacientes que mantuvieron la misma dosis disminuyó en 0,3, un cambio mayor que en el grupo de que tomó más opioides", han aseverado los investigadores.