El Aula Hospitalaria de la Unidad de Hematología y Oncología Pediátrica del HM Montepríncipe clausura el curso

HM Universitario Montepríncipe
HM HOSPITALES
Actualizado: jueves, 4 julio 2013 14:42

MADRID, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Aula Hospitalaria de la Unidad de Hematología y Oncología Pediátrica (UHOP) del HM Universitario Montepríncipe acaba de clausurar el curso con la asistencia de los niños y adolescentes que son tratados en este área del centro.

Esta dependencia, que está acreditada por la Comunidad de Madrid, supone "un colegio" para estos menores, ya que tiene el objetivo de que, durante los periodos en los que la enfermedad no permita al niño acudir a su centro educativo, su escolarización "se mantenga intacta", indican.

Además, señalan que la intención es que esto se produzca, no sólo en lo que a la adquisición de conocimientos se refiere, sino también "en su proceso madurativo". Por ello, el fin de curso ha sido motivo de celebración, algo que se ha llevado a cabo con una tarde de actividades al aire libre para los menores de la unidad y sus familiares.

EL PACIENTE SIGUE EL RITMO VITAL DE SU FAMILIA

A juicio de la jefa de la UHOP de este centro de HM Hospitales situado en Boadilla del Monte (Madrid), la doctora Blanca López-Ibor, el niño enfermo acude al colegio del hospital "siguiendo el ritmo vital de su familia y el suyo propio", y es que, el horario es de 9.00 a 15.00 horas.

Durante la jornada, se atiende a los niños en aulas específicas localizadas en la unidad, en las habitaciones cuando están aislados por inmunosupresión o encamados por otros motivos y, en ocasiones, en su propia casa. Esta última opción se produce cuando, por motivos excepcionales, no pueden desplazarse al hospital.

Además, también se prepara al menor para su posterior reincorporación al colegio ya que, "en ocasiones, conlleva secuelas físicas e intelectuales o procesos psicológicos puntuales que podrían dificultarla", explica López-Ibor.

Para la especialista, la existencia del Aula Hospitalaria "facilita que el ritmo de una familia se mantenga", algo en lo que también repercute "la excelente coordinación entre el colegio del hospital y los distintos colegios de la Comunidad de Madrid a los que acuden los enfermos".

Con todo ello, se posibilita al niño enfermo volver al colegio "sin la percepción de que la enfermedad haya significado un frenazo en su vida escolar", algo que se consigue al haber sido capaces de integrar la enfermedad "en su educación, en su desarrollo madurativo, y en su crecimiento como personas", concluye.