MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
El fármaco antidepresivo duloxetina podría ser beneficioso para los pacientes con depresión y enfermedades cardiovasculares, según nuevos estudios realizados en sangre humana y en ratones. En todo el mundo, más de 300 millones de personas padecen depresión, lo que conlleva un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Cuando un vaso sanguíneo se lesiona, las plaquetas de la sangre responden formando coágulos que detienen la hemorragia. Si esta activación se dispara, puede producirse una trombosis, un trastorno en el que se forman coágulos en el interior de los vasos sanguíneos que pueden desprenderse y provocar un infarto o un ictus. En los nuevos estudios, los investigadores demostraron que la duloxetina inhibía la función plaquetaria y protegía contra la formación de coágulos.
"Comprender los efectos antiplaquetarios de la duloxetina es fundamental debido a la prevalencia de pacientes con depresión y enfermedades cardiovasculares --explica Patricia A. Lozano, asistente de investigación de la Facultad de Farmacia Rangel de la Universidad de Texas A&M--. Disponer de un fármaco que pueda tratar ambas afecciones podría ayudar a evitar las interacciones farmacológicas. La duloxetina también podría servir de modelo para desarrollar una nueva clase de agentes antitrombóticos".
Lozano, que trabaja en el laboratorio de Fatima Alshbool y Fadi Khasawneh, ha presentado la nueva investigación en la reunión anual de la Sociedad Americana de Farmacología y Terapéutica Experimental durante la reunión virtual de Biología Experimental (EB) 2021.
"Nuestro estudio muestra, por primera vez, que la duloxetina, que ya ha sido aprobada por la FDA para la depresión, tiene actividad antitrombótica --explica Lozano--. Reutilizar un fármaco existente ya aprobado por la FDA, ayuda a evitar el largo y costoso proceso de descubrimiento y desarrollo de fármacos".
Los investigadores estudiaron la duloxetina porque es un inhibidor de la recaptación de serotonina y norepinefrina, lo que significa que actúa sobre la proteína que controla los niveles del neurotransmisor serotonina. Además de desempeñar un papel en la depresión, se sabe que la serotonina ayuda a controlar la actividad de las plaquetas.
Utilizando sangre humana, los investigadores realizaron una serie de experimentos para examinar los efectos de la duloxetina en las plaquetas de la sangre humana. Descubrieron que el antidepresivo inhibía la agregación plaquetaria de forma dependiente de la dosis, lo que implica que el fármaco podría prevenir la formación de coágulos.
Mediante un modelo de trombosis en ratones, los investigadores también descubrieron que la duloxetina ralentizaba el tiempo que tardaban las plaquetas en agregarse y formar un coágulo lo suficientemente grande como para bloquear una arteria.
Los investigadores quieren seguir caracterizando los efectos antitrombóticos de la duloxetina. También esperan colaborar con un experto en diseño de fármacos para desarrollar nuevos fármacos basados en la estructura de la duloxetina y comprobar su capacidad de protección contra la trombosis.