MADRID, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un tipo potente de antibióticos proporciona un alivio vital para las personas con fibrosis quística; pero un nuevo estudio revela los niveles en los que altas dosis acumuladas a lo largo del tiempo aumentan significativamente el riesgo de pérdida auditiva permanente en estos pacientes. La fibrosis quística, o FQ, es una enfermedad crónica hereditaria que afecta a los pulmones y el sistema digestivo, con aproximadamente, 70.000 personas en todo el mundo que viven con la enfermedad.
El estudio, que se publica este jueves en 'Journal of Cystic Fibrosis', sugiere que los médicos que tratan a pacientes con fibrosis quística pueden considerar estrategias alternativas para tratar los síntomas de las infecciones respiratorias asociadas con la FQ, especialmente si los pacientes responden a diferentes clases de antibióticos. Están surgiendo nuevos medicamentos que han demostrado un efecto tóxico reducido en los riñones y los oídos de estos pacientes, mientras tratan de manera eficaz las infecciones.
"Prevenir o mejorar los efectos de la pérdida auditiva permanente es crucial para los pacientes con FQ que ya tienen una calidad de vida significativamente comprometida debido a la enfermedad", concluyen los autores, quienes examinaron los registros médicos de 81 pacientes con FQ, de 15 a 63 años, agrupándolos en cuatro cuartiles basándose en la dosis acumulativa de antibióticos aminoglucósidos administrados por vía intravenosa.
CASI CINCO VECES MÁS DE PROBABILIDADES DE PÉRDIDA AUDITIVA
Los investigadores encontraron que los dos grupos de dosificación más altos presentaban 4,79 veces más probabilidades de sufrir pérdida auditiva permanente que los dos cuartiles con la menor exposición de dosis acumulada. "Éste es un primer paso hacia el desarrollo de un modelo para predecir la pérdida auditiva en estos pacientes", dice la autora principal Angela Garinis, investigadora asociada senior en el Centro de Investigación Auditiva de Oregón en la Universidad de Ciencias y Salud de Oregón (OHSU, por sus siglas en inglés).
Los aminoglucósidos inhiben la síntesis de proteínas bacterianas y a menudo se necesitan para eliminar las infecciones respiratorias que amenazan la vida. Sin embargo, estos medicamentos pueden degradar la función auditiva en el oído interno, así como la función renal.
Investigaciones anteriores habían demostrado un mayor riesgo de pérdida auditiva de los antibióticos aminoglucósidos, pero el nuevo trabajo se centró en la exposición acumulada durante la vida de un paciente, mientras que también ponderó el horario de dosificación diario utilizado por los pacientes. Los hallazgos sugieren que los médicos deben monitorear rutinariamente la audición en cualquier paciente que reciba aminoglucósidos por vía intravenosa.
"Esta información permitirá tanto al paciente como al médico debatir sobre posibles modificaciones en el régimen de tratamiento, en particular si está disponible un enfoque alternativo", afirma el estudio. Los pacientes con fibrosis quística están viviendo más tiempo, lo que eleva la importancia de mantener su calidad de vida durante un periodo más largo de tiempo.
"La gente no se da cuenta del trauma de la pérdida de audición hasta después de que la ha perdido", señala el autor principal Peter Steyger, profesor de Otorrinolaringología/Cirugía de Cabeza y Cuello en la Escuela de Medicina de OHSU, que perdió audición cuando era niño después de ser tratado con antibióticos para un caso de meningitis a los 14 meses de edad.