MADRID, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
La administración de antibióticos a las mujeres dentro de las 24 horas posteriores a un desgarro obstétrico durante el parto se asocia con un menor riesgo de complicaciones de heridas más grandes o clínicamente relevantes, según los resultados de un ensayo clínico realizado por el departamento de Ginecología y Obstetricia del Hospital Herlev de Dinamarca y publicado en 'The BMJ'.
Los investigadores dicen que este hallazgo apoya el uso de antibióticos preventivos (profilácticos) después de un desgarro de segundo grado o una episiotomía, que afecta a millones de mujeres cada año en todo el mundo. No obstante, se necesita más investigación para determinar qué pacientes tienen mayor riesgo de sufrir infecciones de heridas "clínicamente relevantes" y, por lo tanto, serán los que se beneficiarán más.
Se recomiendan antibióticos profilácticos después de partos instrumentales (por ejemplo, cuando se utilizan ventosa o fórceps) porque la evidencia sugiere que pueden reducir la infección, pero se sabe poco sobre su efecto en pacientes con desgarros obstétricos después de cualquier tipo de parto vaginal. Para abordar este problema, los investigadores identificaron a 442 mujeres de 18 años o más con episiotomías o desgarros de segundo grado después de un parto vaginal en un hospital de Copenhague entre marzo y diciembre de 2023.
Las participantes fueron asignadas aleatoriamente para recibir tres dosis de antibióticos orales (grupo de tratamiento) o placebo (grupo de control), comenzando dentro de las seis horas posteriores al parto (posparto) y repitiéndose a intervalos de ocho horas. Se les evaluó entre cuatro y catorce días después.
Las medidas de resultado fueron las complicaciones de la herida, incluida la separación de una herida cerrada quirúrgicamente (dehiscencia) y la infección, y las complicaciones de la herida clínicamente relevantes, definidas como aquellas que requieren atención clínica adicional.
Los investigadores no encontraron diferencias significativas en las complicaciones generales de la herida entre los dos grupos (22% para antibióticos frente a 29% para placebo). Sin embargo, las complicaciones de la herida clínicamente relevantes se redujeron significativamente (9% para antibióticos frente a 17% para placebo) y este efecto protector también fue significativo en pacientes con bajo riesgo de complicaciones de la herida.
Los investigadores estiman que por cada 12 mujeres que recibieron antibióticos, se prevendría una complicación clínicamente relevante de la herida. El grupo de tratamiento también recibió menos antibióticos adicionales y reportó un mejor bienestar. No se presentaron reacciones adversas graves.
Los autores reconocen algunas limitaciones del ensayo y señalan que los hallazgos pueden no aplicarse a otros entornos o poblaciones, pero dicen que las fortalezas clave incluyen una baja tasa de abandono y un período de tiempo corto, lo que reduce el riesgo de cambio en la práctica clínica.
Como tal, concluyen: "Aunque no se observó un efecto significativo en las complicaciones generales de la herida, los antibióticos profilácticos redujeron significativamente el riesgo de complicaciones de la herida clínicamente relevantes en mujeres con episiotomías y desgarros de segundo grado. Este hallazgo respalda el uso de antibióticos profilácticos en la práctica clínica habitual después de un desgarro de segundo grado o una episiotomía".