Un antibiótico común reduce el bajo peso y la prematuridad en países donde la malaria es endémica

Archivo - Un  proyecto de salud y nutrición de la Fundación Amref Salud África entre mujeres embarazadas y niños, con la financiación de Laboratorios Viñas, ha beneficiado a 2.150 mujeres y a casi 9.000 niños en Etiopía
Archivo - Un proyecto de salud y nutrición de la Fundación Amref Salud África entre mujeres embarazadas y niños, con la financiación de Laboratorios Viñas, ha beneficiado a 2.150 mujeres y a casi 9.000 niños en Etiopía - AMREF SALUD ÁFRICA - Archivo
Publicado: lunes, 27 septiembre 2021 19:05

MADRID, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -

Una revisión de estudios anteriores, dirigida por el Murdoch Children's Research Institute (MCRI) de Melbourne (Australia), apunta a que tomar un antibiótico común durante el embarazo reduce el bajo peso al nacer y los nacimientos prematuros en países donde la malaria es endémica.

Esta revisión, publicada en 'The Lancet EClinicalMedicine', ha descubierto que el antibiótico azitromicina reduce el bajo peso al nacer y la prematuridad en África y Asia; sin embargo, no disminuye las muertes infantiles, las infecciones ni los ingresos hospitalarios. En concreto, los investigadores han examinado 14 estudios realizados en países africanos y asiáticos, con 17.594 participantes.

La azitromicina es un antibiótico barato muy utilizado para tratar infecciones de pecho y oído. En cambio, en el embarazo se ha utilizado específicamente en el pasado para tratar las infecciones de transmisión sexual y, junto con otros fármacos antipalúdicos, para prevenir las consecuencias adversas de la malaria en los resultados maternos y fetales y las infecciones de las heridas por cesárea.

La doctora Maeve Hume-Nixon, investigadora del MCRI, ha señalado que no estaba claro si la azitromicina mejoraría los resultados perinatales y neonatales en entornos donde la malaria no es endémica, y que era necesario investigar más a fondo los posibles daños en las tasas de mortinatalidad. En este sentido, ha afirmado que estos resultados subrayan la importancia de una investigación similar dirigida por el MCRI que se está llevando a cabo en Fiyi.

"Esta revisión descubrió que había incertidumbre sobre los posibles beneficios de esta intervención en las muertes neonatales, los ingresos y las infecciones, y los posibles efectos perjudiciales en la mortinatalidad, a pesar de las razones biológicas por las que esta intervención puede tener beneficios para estos resultados", ha recordado. "Por lo tanto, los resultados de estudios como el nuestro en curso en Fiyi ayudarán a comprender mejor el efecto de esta intervención en estos resultados", añade.

En concreto, el estudio 'Bulabula MaPei' es un ensayo clínico controlado y aleatorizado en el que se comprueba si la azitromicina administrada a las parturientas previene las infecciones maternas e infantiles.

En todo el mundo, las infecciones causan alrededor del 21 por ciento de los 2,4 millones de muertes neonatales al año y el 52 por ciento de todas las muertes de menores de cinco años, con una cantidad desproporcionada en los países de ingresos bajos y medios.

Las infecciones también son frecuentes en las madres, ya que cada año se producen unos cinco millones de casos de infecciones relacionadas con el embarazo, que provocan 75.000 muertes maternas.

La profesora Fiona Russell, también del MCRI, ha señalado que los grandes ensayos clínicos realizados en África y Asia, junto con el ensayo dirigido por el MCRI en Fiyi, probablemente contribuirán a la política global relacionada con la salud materno-infantil y se espera que beneficien a los bebés y a las madres de todo el mundo.

"La administración de azitromicina durante el parto puede ser una intervención barata y sencilla que podría utilizarse para mejorar las tasas de mortalidad neonatal en los países de ingresos bajos y medios, junto con el fortalecimiento de los servicios de salud materno-infantil", ha expresado.

"Este estudio, junto con otros ensayos clínicos de gran envergadura, aportará pruebas para la consideración de nuevas directrices internacionales de salud materno-infantil", concluye Russell.