SEVILLA 5 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos (CACOF), Manuel Arenas, ha admitido este lunes que el problema de suficiencia financiera por el que atraviesan algunas farmacias andaluzas aún no es comparable con la situación que están viviendo sus compañeros en Castilla-La Mancha, a excepción de las boticas rurales "que tienen menos facilidades a la hora de pedir créditos y facturaciones muy pequeñas que hacen que la financiación les sea más difícil de conseguir", ha puntualizado.
En declaraciones a Europa Press, Arenas ha reconocido que pese a que en Andalucía "hay problemas en algunas zonas rurales", la crisis del sector "no es comparable a Castilla-La Mancha o Castilla León, que son dos regiones con muchas farmacias muy pequeñas y en muchas zonas rurales, lo que hace sus problemas económicos sean más acuciantes".
"Aquí por el momento el tema es menor, pero desde luego que empezamos a tener problemas", ha alertado el presidente del CACOF, quien también ha avisado de los problemas de suficiencia financiera que están atravesando algunas farmacias ubicadas en barrios deprimidos de ciudades o de "aquellos farmacéuticos que compraron una farmacia en unas condiciones financieras, que ahora --por la situación de crisis económica-- les cuesta mucho trabajo poder pagar".
Del mismo modo, ha lamentado los "sucesivos recortes" decretados por el Ministerio del ramo, las medidas unilaterales aprobadas o pendientes de aprobarse por algunas comunidades autónomas --como la 'subasta de fármacos' que pretende la Junta de Andalucía-- y la bajada de la facturación "en un 18 por ciento".
"Son muchos palos y uno detrás de otro", ha insistido el responsable del citado órgano colegial, toda vez que ha agregado que las circunstancias de cada farmacia "son un mundo en sí mismo" y el problema, por complejo, "es muy difícil de resolver".
No obstante, y a modo de ejemplo, ha recordado que desde el seno del CACOF "siempre habíamos defendido durante la tramitación de la Ley de Farmacia de Andalucía (LFA) que en aquellos núcleos de población con menos de 500 habitantes se habilitase un botiquín en lugar de una farmacia, pudiendo dar el mismo servicio".
La ventaja, ha proseguido, es que esos botiquines "dependerían de una farmacia ubicada en un núcleo poblacional mayor, la cual aumentaba así su rentabilidad al tener más ventas y al mismo tiempo se ofrecía la posibilidad de dar un puesto de trabajo a un farmacéutico en ese botiquín".
"Esa era la solución que había que hacer y que, al final, habrá que llegar", ha vaticinado a Europa Press Arenas, para quien el "problema" de que no se llegase a implantar tal medida se debe a "los alcaldes de esos núcleos de población menores, que no quiere tener un botiquín porque pierden imagen --de cara a sus ciudadanos--".
"Ese es el gran problema que ha habido siempre a la hora de hacer leyes de farmacia, que (los alcaldes) han querido siempre intervenir", ha zanjado Arenas, quien ha recordado que las farmacias en esas zonas rurales "tienen que estar los 365 días de guardia, al menos localizable".