MADRID, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
Extender el número de mujeres embarazadas que reciben fármacos comunes de levotiroxina para aumentar los niveles de la hormona tiroidea puede conducir a un menor número de mortinatos, cesáreas tempranas y bebés de bajo peso, según concluye un nuevo estudio que se presenta en la Conferencia Anual de la Sociedad británica de Endocrinología que se celebra en Brighton, Reino Unido.
La glándula tiroides es un órgano que se encuentra en la base del cuello y que produce las hormonas esenciales que controlan el metabolismo del cuerpo, es decir, la manera en la que utilizamos la energía. Las hormonas tiroideas también son críticas para el desarrollo del cerebro fetal, pero los bebés no pueden fabricar nada por sí mismos hasta el segundo trimestre y tienen que obtenerlo todo a partir de sus madres.
Entre el 2 y el 3 por ciento de las mujeres embarazadas registran hipotiroidismo leve, lo que significa que generan bajos niveles de hormonas tiroideas. Esta situación se puede tratar con un medicamento de reemplazo hormonal llamado levotiroxina.
En este estudio, investigadores de la Universidad de Cardiff, en Reino Unido, investigaron si las mujeres embarazadas con hipotiroidismo leve y sus bebés también se beneficiarían del tratamiento con levotiroxina. Combinaron datos de un estudio de cribado de tiroides y los vincularon a datos clínicos recogidos rutinariamente para estudiar el efecto de corrección de la función tiroidea en los resultados obstétricos.
Los investigadores analizaron a más de 13.000 mujeres que estaban embarazadas entre las semanas 12 y 16, 518 de las cuales tenían hipotiroidismo leve. De éstas, 263 mujeres recibieron levotiroxina y el resto no siguió tratamiento alguno. Evaluaron los resultados del embarazo de las mujeres midiendo las tasas de muerte fetal, el parto prematuro, el tiempo de permanencia en el hospital, el peso al nacer y el número de cesáreas tempranas.
MENOR RIESGO DE BEBÉ CON BAJO PESO Y CESÁREA
Así, encontraron que las mujeres con hipotiroidismo leve tratadas con levotiroxina presentaban un menor riesgo de dar a luz a bebés de bajo peso y también eran menos propensas a sufrir una cesárea temprana.
Las mujeres no tratadas con hipotiroidismo leve registraban más probabilidades de tener una muerte fetal que aquellas con función tiroidea normal y no hubo muerte fetal en el grupo tratado. Sin embargo, no hubo diferencias significativas entre los otros resultados obstétricos o cuando todos se combinaron los resultados.
"Nuestro trabajo plantea la posibilidad de proporcionar beneficios reales por usar un tratamiento seguro, barato y bien establecido simplemente extendiéndolo al número de mujeres embarazadas que tratamos", afirma el doctor Peter Taylor, autor principal del estudio.
Aunque se necesitan más ensayos para confirmar estos hallazgos, Taylor cree que se podrían encontrar beneficios más importantes tratando a las mujeres embarazadas en una etapa más temprana que la utilizada en este estudio. "Debemos considerar el cribado universal de tiroides en el embarazo, ya que es comparable favorablemente en términos de costo-efectividad con otros trastornos para los que actualmente existe cribado", concluye.