MADRID, 28 Jul. (EUROPA PRESS) -
El uso de herramientas específicas en los servicios de farmacia de los hospitales permitiría reducir los errores relacionados con la prescripción o administración de medicamentos y conllevaría un ahorro aproximado del 10 por ciento del gasto farmacéutico en estos centros.
Así se desprende de las conclusiones del informe 'Innovación en los Procesos de Farmacia Hospitalaria' elaborado por Lug Healthcare Technology, compañía especializada en soluciones tecnológicas para el ámbito sanitario.
Según datos extraídos del informe 'Estrategia de Seguridad del Paciente del Sistema Nacional de Salud 2015-2020', publicado por el Ministerio de Sanidad, cada día se producen una media de 17 errores por cada 100 pacientes ingresados en actividades relacionadas con la prescripción, validación, dispensación y administración de medicamentos, similar a lo que sucede en otros países como Estados Unidos o Reino Unido.
Sin embargo, en este estudio han llevado a cabo un análisis de más de 700.000 preparaciones farmacológicas llevadas a cabo en seis hospitales españoles y concluyen que estas incidencias pueden reducirse o eliminarse en su totalidad con la aplicación de herramientas tecnológicas especialmente adaptadas a la gestión de la farmacia hospitalaria.
Las mayores reducciones en los costes pueden derivarse de una adecuada supervisión de las caducidades, del aprovechamiento de los restos, del empleo de las cantidades exactas en las preparaciones y de que la administración a los pacientes esté totalmente registrada bajo sistemas de etiquetado e identificación.
Los colectivos con más posibilidades de sufrir errores en farmacia hospitalaria son los ancianos polimedicados, los enfermos oncológicos y crónicos, los pacientes con infecciones y aquellos con intervenciones quirúrgicas recientes.
Por ello, esta reducción de errores y el ahorro en el gasto hospitalario podría ser especialmente significativo en el área de Oncología donde, según sus propios datos, la tasa de incidencia de los errores de medicación se sitúa en torno al 10 por ciento.
Además, es donde se producen los errores humanos con peores consecuencias para el paciente, principalmente originados por la elevada toxicidad de los preparados, el estrecho margen terapéutico y la complejidad de los tratamientos, que tienen un coste medio de aproximadamente 400 euros por dosis.