MADRID 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un ensayo clínico dirigido por investigadores de la Universidad de Monash (Australia), en colaboración con cirujanos ortopédicos y médicos especialistas en enfermedades infecciosas, ha comprobado que administrar más antibióticos para prevenir infecciones de reemplazo de articulaciones no ayuda y que la vancomicina no protege contra la infección y puede provocar más infecciones y más reacciones adversas en los pacientes.
Las prótesis de rodilla y cadera están aumentando en todo el mundo debido al envejecimiento de la población. Las infecciones postoperatorias, aunque poco frecuentes (entre el 1 y el 5% de los pacientes), provocan una elevada morbilidad y mortalidad.
Actualmente su utiliza un antibiótico, la cefazolina, en el momento de la cirugía para prevenir la infección, pero con el aumento de bacterias resistentes a los antibióticos, los expertos han debatido si sería mejor añadir un segundo antibiótico, la vancomicina, para prevenir más infecciones.
La vancomicina es un antibiótico de uso común para el SARM (Staphylococcus aureus resistente a la meticilina, o "estafilococo dorado"). Muchos de todo el mundo habían adoptado la práctica de administrar tanto cefazolina como vancomicina para prevenir las infecciones, a pesar de la falta de beneficios claros.
Según la directora del estudio, la profesora Trisha Peel, de la Escuela Clínica Central de la Universidad de Monash, "dado el número de prótesis articulares que se realizan en Australia y en todo el mundo, nuestro ensayo ha respondido a la pregunta importante de si es mejor administrar más antibióticos a nuestros pacientes sometidos a cirugía de prótesis articular: la respuesta definitiva es 'no'. Este ensayo tendrá un impacto significativo en la práctica", augura.
El ensayo Australian Surgical Antibiotic Prophylaxis (ASAP), publicado en el 'New England Journal of Medicine', estudió a 4.239 pacientes sin antecedentes de SARM, en 11 hospitales de toda Australia, incluidos hospitales regionales y privados.
Se aleatorizó a los pacientes para que recibieran vancomicina o placebo salino, en combinación con cefazolina. Entre todos los pacientes, la adición de vancomicina no fue mejor que el antibiótico tradicional cefazolina. Inesperadamente, en los pacientes sometidos a sustitución articular de rodilla, el riesgo de infección fue mayor en el grupo de vancomicina, 5,7%, que en el de placebo, con una tasa de infección del 3,7%.
La profesora Peel afirma que el estudio refleja lo importantes que son estos ensayos clínicos multicéntricos, aleatorizados y de gran tamaño. "Muchas cosas parecen tener sentido, pero no lo sabemos realmente con certeza hasta que se prueban en un ensayo clínico --apunta--. Este es uno de esos casos: más antibióticos no fue mejor, y en algunas personas podría haber sido peor".