MADRID 15 Sep. (EUROPA PRESS) -
El 72 por ciento de la población ha reconocido haber tomado algún medicamento por iniciativa propia y sin acudir al médico justificando que son problemas de salud menores o repetidos, según una encuesta realizada por Eroski Consumer en el mes de julio a 1.050 personas originarias de Andalucía, Islas Baleares, Castill-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Madrid, Navarra y el País Vasco.
Además, esta misma encuesta ha desvelado que al 77 por ciento de los encuestados habitualmente les sobra parte del medicamento cuando terminan con el tratamiento y un 63 por ciento de ellos ha confesado que los guarda en casa. De hecho, el 70 por ciento ha afirmado que tienen en casa medicamentos sobrantes de otros tratamientos con prescripción médica, principalmente analgésicos, antiinflamatorios, anticatarrales o antigripales y antibióticos.
En base a esto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha asegurado que más del 50 por ciento de los medicamentos se prescriben, dispensan o venden de forma inapropiada y que la mitad de los pacientes no los toman correctamente, pues es la llamada época del 'a pill for every ill' o lo que es lo mismo, aquella en la que se cree que casi todo puede tratarse con medicamentos.
A pesar de ello, los consumidores a los que se ha consultado no creen que realicen un mal uso de los medicamentos, pues en el último año, solo un 14 por ciento ha reconocido haber abandonado un tratamiento prescrito por el médico antes de tiempo, generalmente porque se sentía bien.
En materia de salud, uno de cada tres entrevistados tenía una enfermedad crónica que le obliga a tomar pastillas o a seguir algún tipo de tratamiento, pero en su mayoría se tratan de enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes y trastornos relacionados con la glándula tiroides.
En cuanto a los prospectos de los medicamentos, apenas el 54 por ciento lee siempre el prospecto antes de tomar una medicina, frente al 24 por ciento que nunca lo lee. Sin embargo, al leerlo, la atención se centra principalmente en los efectos secundarios.
Por último, a pesar de que en 2006 el Ministerio de Sanidad lanzó una campaña en la que se instaba a la población a no recomendar antibióticos y otros medicamentos que necesitasen prescripción médica por suponer un riesgo para la salud, el 19 por ciento de los entrevistados ha admitido haber recomendado a familiares o amigos un determinado medicamento que sí necesita prescripción médica.