MADRID, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
Entre un 20 y un 30 por ciento de los episodios de trombosis están asociados al cáncer y, además, se estima que en el 2 y el 12 por ciento de los casos la trombosis es la primera manifestación de un tumor, según se ha puesto de manifiesto durante la jornada 'Tratamiento de la Enfermedad Tromboembólica Venosa (ETV) en poblaciones especiales: insuficiencia renal y paciente oncológico', organizada por Laboratorios LEO Pharma S.A en el Hospital Universitario Clínico San Carlos de Madrid.
"La trombosis es la segunda causa de fallecimiento en pacientes con cáncer, lo que demuestra una relación entre ambas enfermedades. El riesgo, varía en función del tipo de tumor y es más alto en pacientes que tienen la enfermedad diseminada que en aquellos que la tienen localizada", ha explicado el médico adjunto del servicio de Oncología del Hospital Clínico San Carlos y miembro de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Pérez Segura.
En este sentido, durante la jornada los expertos han analizado los tratamientos que existen actualmente para evitar la trombosis en este tipo de pacientes y han coincidido en destacar la "eficacia" de las heparinas de bajo peso molecular frente a otros fármacos anticoagulantes. Además, los participantes han recordado los principales retos que se plantean los médicos e investigadores de cara a mejorar la calidad de vida de estos pacientes.
"Tenemos que definir mejor la relación entre trombosis y cáncer, optimizar dosis y esclarecer qué tipo de pacientes tienen mayor probabilidad de desarrollarla para poder actuar de manera más preventiva", ha asegurado Pérez Segura.
PACIENTES CON INSUFICIENCIA RENAL
Por otra parte, los profesionales asistentes a la jornada han debatido sobre las personas con insuficiencia renal y el papel que en ellas juegan los anticoagulantes. Y es que, según ha informado el responsable del Grupo de ETV de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), Pedro Ruiz Artacho, las heparinas se comportan de forma "diferente" en función de la insuficiencia renal, aunque la eficacia está asegurada siempre que la dosis se ajuste a lo que el paciente necesita.
Entre los principales retos que se plantea la comunidad médica respecto a los pacientes con insuficiencia renal destaca el de tener definido el grupo de pacientes con mayor riesgo trombogénico y el grupo con mayor riesgo hemorrágico para poder evaluar el tipo de tratamiento anticoagulante más óptimo.
Finalmente, durante la jornada, se ha presentado la Guía Clínica de Manejo de la Enfermedad Tromboembólica Venosa (ETV), dirigida a los servicios de urgencias con el objetivo de optimizar la atención a estos pacientes y lograr un buen manejo tanto a nivel diagnóstico como terapéutico.