MADRID, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
En apenas 10 años España ha experimentado un salto cualitativo y cuantitativo en materia de investigación, hasta el punto de que ha logrado reducir de forma "muy importante" el diferencial que existía con Europa a la hora de poner en marcha ensayos clínicos sobre nuevos medicamentos, según se ha puesto de manifiesto durante el encuentro organizado por la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), con el apoyo de Farmaindustria, bajo el título 'El futuro de la investigación clínica en España'.
En concreto, mientras que en 2004 los centros españoles "más ágiles" tardaban 93 días más que el mejor centro europeo para iniciar el mismo ensayo clínico, en la actualidad el diferencial es de sólo 30 días, según los últimos datos del 'Proyecto BEST' de excelencia en investigación clínica, en el que participan 45 laboratorios, 60 hospitales y centros de investigación, 13 comunidades autónomas y 4 grupos de investigación independientes.
"La mejora de la investigación clínica requiere plantear cambios organizativos que afecten a la asistencia sanitaria, a la propia investigación en los hospitales y a la enseñanza de la medicina. Además, conlleva el impulso de institutos o clúster que atiendan a grupos homogéneos de pacientes, lo que facilitaría la colaboración de los clínicos con los investigadores básicos y el enfoque multidisciplinar y el avance en investigación traslacional", ha explicado el vicepresidente primero de SEDISA, Modoaldo Garrido Martín.
Asimismo, y en relación a la organización de la investigación en los hospitales, el vicepresidente primero de SEDISA ha destacado la importancia de priorizar las líneas de investigación apoyando su desarrollo con los recursos necesarios y el impulso de las unidades de apoyo a la investigación, en las que trabajen epidemiólogos, bioestadísticos, farmacólogos clínicos, administrativos y gestores.
174 DÍAS DE PLAZO MEDIO PARA LA PUESTA EN MARCHA DE UN ENSAYO CLÍNICO
Además, durante el encuentro se ha puesto de relieve que el plazo medio para la puesta en marcha de un ensayo clínico en España, desde que se presenta la documentación a las autoridades reguladoras y comités de ética hasta que se incluye al primer paciente, es actualmente de 174 días, según los últimos datos disponibles, correspondientes a 2016, lo que supone una reducción del 29 por ciento respecto al plazo de 244 días correspondiente a 2004.
"Esta importante rebaja de los tiempos para la puesta en marcha de los ensayos clínicos responde, entre otros factores, al trabajo conjunto y en la misma dirección de todas las entidades, tanto públicas como privadas, que intervienen en la investigación y desarrollo de nuevos medicamentos, junto al nuevo Real decreto de ensayos clínicos, que ha allanado el camino para la realización de estos estudios", ha añadido la responsable de la Plataforma de Medicamentos Innovadores de Farmaindustria, Amelia Martín Uranga.
Por su parte, el jefe del Departamento de Medicamentos de Uso Humano de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, César Hernández, ha asegurado que España se ha convertido en uno de los mejores países para hacer investigación clínica. "La investigación clínica permite un mejor acceso a los nuevos medicamentos y supone estar en la punta de lanza de la generación de conocimiento científico", ha argumentado.
Dicho esto, Hernández ha detallado los efectos positivos que ha tenido el reciente Real Decreto de Ensayos Clínicos, aprobado a finales de 2015, para situar a España en una posición de ventaja a la hora de aplicar el Reglamento europeo en esta materia, que entre otras cosas establece una evaluación única de cada ensayo clínico para toda Europa. En España se autorizan cada año unos 800 ensayos clínicos.
La representante de Farmaindustria ha indicado que desde 2004 y hasta el pasado año las compañías farmacéuticas han impulsado en España más de 7.200 ensayos clínicos, de los que la mitad corresponden a fases tempranas de la investigación (I y II), las que suponen una mayor complejidad y hacen posible además el acceso temprano de los pacientes a las nuevas terapias. Asimismo, según los datos del 'Proyecto BEST', en torno al 50 por ciento de estos estudios se ha centrado en el descubrimiento y desarrollo de nuevos fármacos antitumorales.