MADRID, 19 Jun. (INFOSALUS) -
Durante el verano se planean viajes, se cambian las rutinas y se trata de disfrutar de las vacaciones lo máximo posible. Además de tener presente la protección de la piel, no hay que olvidar el resto del cuerpo: el pelo, los ojos,... Y unos grandes olvidados: los dientes.
Desde la Clínica Médico Dental O'Donnell recomiendan mantener, e incluso aumentar, la protección de los dientes durante el verano, ya que "se trata de una de las zonas más sensibles del organismo". Uno de los principales agentes que puede dañar los dientes es el calor, que aumenta la presencia de bacterias, lo que puede derivar en gingivitis, caries y otras afecciones. Para evitarlo, recomiendan seguir cinco sencillos pasos:
* El cepillo de dientes, siempre en la mochila
Durante las vacaciones es más probable comer fuera, lo que muchas veces lleva a saltarse las tareas cotidianas como lavarse los dientes después de las comidas. Cepillarse los dientes ayuda a acabar con los restos de comida, elimina las bacterias y refresca el aliento, un sencillo gesto que previene la caries y la gingivitis.
Para no olvidar lavarse los dientes, lo mejor es incluir el cepillo de dientes en la mochila, en la bolsa de la playa o en el equipaje de mano. "Junto a la crema de protección solar, el cepillo de dientes es imprescindible en el kit de verano", señalan.
* Una correcta alimentación
Una nutrición equilibrada basada en un consumo abundante de agua y en la ingesta de frutas y verduras es fundamental. Además, se pueden reforzar las dientes consumiendo productos ricos en calcio (leche, yogures, sardinas, col, etc.), al igual que mejorar la salud de las encías con alimentos cítricos ricos en vitamina C.
Por otro lado, hay que intentar evitar los dulces y sobre todo aquellos pegajosos que se adhieren a las grietas de los dientes. Los azúcares de los dulces son alimento de las bacterias que pueden perjudicar a nuestros dientes, además de causar caries a través de los ácidos que liberan. Aún así, si se comen caramelos y dulces, lo más recomendable es lavarse los dientes inmediatamente después o enjuagarse la boca con agua para disminuir los problemas en la placa bacteriana.
* Menos helados y refrescos
Al consumir bebidas ácidas (refrescos, zumos de frutas, bebidas energéticas, etc.), se produce la apertura de los túbulos dentinarios, lo que aumenta la hipersensibilidad dental, un problema bastante doloroso y molesto que puede arruinar las vacaciones. Para evitarlo, se recomienda reducir el consumo de helados, refrescos y alcohol.
* Cuidado con los golpes
La práctica de deporte y el ocio al aire libre puede provocar alguna caída, tropezón,... Y un consiguiente golpe en los dientes. Es importante controlar sobre todo a los niños y adolecentes entre los 6 y 12 años, ya que cuentan con piezas dentales que todavía están en formación. En caso de fractura de un diente, se debe acudir al médico dentista para una rápida atención profesional.
* Deshaz la maleta y ve al dentista
Durante el verano se relajan los hábitos alimenticios y nuestra salud bucodental corre peligro. Lo mejor es visitar al dentista a la vuelta de las vacaciones para realizarnos una revisión y confirmar que todo está en perfecto estado.