MADRID, 20 May. (EDIZIONES) -
Hay tacones y tacones. También hay mujeres que son capaces de llevar cualquier 'stiletto', mientras que a otras les resulta imposible calzarse unos. Lo que sí que está claramente aceptado es que no son buenos para la salud de nuestros pies, a pesar de que hay mujeres que afirman no tener ningún problema de salud por ello.
En una entrevista con Infosalus, Juan Carlos Montero, vocal de comunicación, publicidad y redes del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos de España (CGCOP) explica en este sentido que el pie es "una verdadera obra arquitectónica" que, en primer lugar, salvaguarda el equilibrio y la estabilidad de nuestro cuerpo, y en segundo lugar, garantiza la adaptación del mismo a las diferentes características del terreno y de la marcha.
"El uso prolongado de tacones no sólo cambia el equilibrio de nuestros pies, sobrecargando en exceso ciertos puntos, sino que también modifica el equilibrio, el centro de gravedad y los equilibrios de carga de nuestro cuerpo favoreciendo ciertas alteraciones biomecánicas y estructurales", advierte el especialista.
En España, según reconoce, tenemos una cultura europea en cuanto al calzado, siendo raro el uso del calzado plano. Según precisa, el calzado utilizado generalmente tiene cierta altura en la zona posterior, pero hay que diferenciar entre unos tacones y otros. "Hay tacones que, a través de una cuña, dan un buen soporte, mientras que otros que son finos no lo dan. También hay diferencias a nivel de alturas. Por ello, no es que debamos evitar el uso de tacones, sino que no debemos utilizar este tipo de calzado", sentencia tajante el podólogo.
A su juicio, lo ideal sería no sobrepasar los 2,5 centímetros de tacón, y utilizar tacones con una buena base de sustentación. Aún así, Montero ve recomendable que no se utilice este calzado cuando se realiza una actividad que requiera estar tiempo sobre los pies, o bien de cierto nivel de intensidad.
"Obviamente, están descartados para la actividad deportiva, o para la realización de actividades de cierta intensidad. Sin embargo, no es conveniente abusar de ellos cuando tenemos que estar muchas horas seguidas sobre nuestros pies", añade el vocal de comunicación, publicidad y redes del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos de España.
CAUSAN DAÑOS Y LESIONES
Desde la Sociedad Americana de Ortopedia de Pie y Tobillo (AOFAS, por sus siglas en inglés) añaden en este sentido que el uso de tacones suele generar lesiones y dolor en las mujeres que los emplean. Aquí enumeran los 5 principales perjuicios que provoca su uso continuado en nuestros pies:
1.- Metatarsalgia y fracturas por estrés: Los tacones están diseñados para que los dedos apunten hacia abajo, una posición que le brinda a la pierna una apariencia atractiva y elegante. No obstante, también produce una presión excesiva en la bola del pie. Asimismo, los dedos deben presionar para pisar el suelo. Esto mueve el relleno debajo de la bola del pie y añade presión en los huesos metatarsianos. El dolor producido en la bola del pie se llama metatarsalgia. Cuanto más alto es el tacón, más grave es la metatarsalgia. De hecho, la presión en los huesos con el paso del tiempo puede hacerse tan grande que hasta podrían fracturarse. Esto se denomina 'fractura por estrés'.
2.- Dolor de talón: Surge como resultado del acortamiento de los músculos de la pantorrilla cuando se usan tacones altos. El uso diario de estos zapatos provocará tensión. Cuando la persona se descalza o se coloca zapatos bajos, los músculos tensionados se estirarán. Esto crea una sensación dolorosa en la parte de atrás o inferior del talón.
3.- Deformidades en las uñas del pie: Las uñas del pie corren el riesgo de sufrir lesiones cuando se usan tacones altos ya que estos, por lo general, permiten que el pie se deslice hacia abajo en el zapato, y este deslizamiento se detiene cuando los dedos se atascan en el frente. Frecuentemente, la puntera es puntiaguda, lo que amontona los dedos y las uñas. Cuando las uñas rozan el zapato, ocurre el daño. Esto no sólo provoca deformidades, sino que también produce que la uña sea propensa a infecciones fúngicas. Este tipo de infección es denominada 'onicomicosis', y es muy difícil de tratar.
4.- Esguinces y fracturas: Aquellas personas que usan tacones altos tienen una mayor probabilidad de torcerse el pie o el tobillo. Cuanto más alto es el tacón, mayor peso corporal se impulsa. Esto hace que la persona se incline hacia atrás. Por lo tanto, se necesita una gran cantidad de fuerza muscular en la pierna inferior para mantener el equilibrio. Como resultado, cuanto más alto es el tacón, mayor será la inestabilidad, y mayor será la probabilidad de que ocurra una lesión.
5.- Los juanetes y los dedos en martillo: Muestran posiciones del dedo torcido relacionadas por el uso de cualquier estilo de zapato cerrado. Muchas poblaciones alrededor del mundo han mostrado un aumento en estas deformidades cuando adoptaron zapatos de la cultura occidental (cerrados). Se supone que el uso frecuente de tacones altos agrava estas deformidades. No son solamente estéticamente desagradables, sino que también están asociados con el dolor. Una vez que estas deformidades se vuelven dolorosas, la cirugía es el único tratamiento posible