MADRID, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
El doctor Michel Tazartes, cirujano oculoplastico del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, ha explicado que, en lo que al contorno de ojos se refiere, la cirugía más común es la blefaroplastia clásica, aunque los tratamientos más novedosos están relacionados con la mejora de la mirada a través de cirugías asociadas a la lipoestructura, que permiten ganar volumen y mejorar la calidad de la piel en esta zona facial.
La blefaroplastia es una técnica quirúrgica que se utiliza cuando existe un exceso de piel y bolsas en los párpados, ojeras marcadas o un exceso de piel en el párpado superior, que incluso puede llegar a pasar por encima de las pestañas produciendo un efecto visera.
La lipoestructura, por otro lado, consiste en rellenar con un injerto autólogo, es decir, con el propio tejido graso del paciente, las zonas en las que este tejido ha ido desapareciendo con los años. Las zonas de reparación más habituales con esta técnica son los pómulos, el labio, la ojera profunda y oscura, la caída de la ceja o el surco profundo del párpado superior.
"La grasa no solo proporciona volumen, sino que mejora la calidad de la piel, que se vuelve más clara y sin arrugas. El tejido graso está repleto de factores de crecimiento y de células madre que actúan como regenerador en la piel", afirma el doctor Tazartes. Esta técnica también está orientada a pacientes que precisan una cirugía reparadora como, por ejemplo, pacientes oncológicos o con cicatrices pronunciadas.
Como ocurre con cualquier tratamiento, es importante que sea un especialista en la materia el que se encargue de este tipo de intervenciones. En el caso de las cirugías plásticas relacionadas con la mirada o próximas al globo ocular, debe ser un oftalmólogo quien se encargue de la cirugía, ya que son los profesionales que mejor conocen la anatomía y las necesidades médicas del ojo.