MADRID, 7 May. (EUROPA PRESS) -
El verano es la estación del año en la que la estética es más importante. El sol, el calor, la playa y las vacaciones hacen que haya más necesidad de estar fuera de casa y, en consecuencia, el interés por cuidar la imagen física se acrecienta.
No obstante, las altas temperaturas no deben provocar que se abandonen ciertos tratamientos y retoques estéticos, aunque pueden resultar contraproducentes en algunos casos porque el calor aumenta el tiempo de recuperación necesario.
Es el caso de, por ejemplo, la luz pulsada. No se debe "tomar el sol ni radiaciones UVA durante un mes antes y un mes después del tratamiento", indica la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME).
De hecho, el 60% de las consultas de cirugía estética en España se producen en primavera, según una encuesta realizada por la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética. Es en este período cuando los post-operatorios pueden completarse de manera correcta antes de la llegada del calor.
La doctora Paula Rosso, del Centro Médico Lajo Plaza, explica qué tratamientos sí pueden hacerse durante la época estival y cuáles no.
- Toxina botulínica: conocida como bótox y recomendada para "hacer desaparecer las arrugas de expresión", según explica la SEME, no está contraindicada durante el verano. "Las infiltraciones que exige son muy pocas, lo que reduce el riesgo de hematomas", ha indicado Rosso.
- Radiofrecuencia: tal y como ha apuntado Rosso, "no está contraindicada con el sol y el calor. Todo lo contrario". Se trata de ondas de radiofrecuencia que producen un calentamiento selectivo de la piel, por lo que suele recomendarse al paciente "que intente mantener la temperatura de su piel alta en el transcursos de ese día. En verano, eso es muy fácil", ha añadido la doctora.
- Mesoterapia facial: es una técnica de inyección intradérmica, según la SEME, pero "las agujas que se emplean son muy finas y la profundidad del pinchazo es mínima", ha manifestado la doctora Rosso. Los hematomas resultantes son, pues, pequeños así que habría que "proteger bien esa zona del sol mientras dure".
- Rellenos con ácido hialurónico: las nuevas técnicas de infiltrado que utilizan microcánulas minimizan al máximo la aparición de hematomas. Como también hidrata la piel, "se necesita especialmente cuando tomamos el sol", ha explicado la especialista.
- Hilos tensores: la SEME aclara que están indicados para tratar la flacidez facial y son sencillos, rápidos, sin incisiones y sin dolor. Por lo tanto, al no haber heridas cutáneas, puede usarse en verano, según la doctora Rosso. No obstante, "si apareciera un moretón habría que proteger esa zona del sol", ha precisado.
- Peelings superficiales: no hay razón para no hacer uso del tratamiento en verano, pero como implican la "eliminación de una parte de la epidermis o dermis a la que sigue una regeneración natural del tejido", según la Sociedad de Medicina Estética, ha de evitarse el sol "durante dos días posteriores y debe recurrirse a índices de protección elevados la semana posterior", según la doctora del Centro Médico Lajo Plaza.
Por otra parte, los tratamientos estéticos que deben evitarse a toda costa durante el verano son los siguientes:
- Láseres ablativos y semiablativos: "el motivo es que dejan expuestas las capas profundas de la piel y exigen períodos de recuperación lentos. Por lo tanto, está contraindicado exponerse al sol durante al menos 60 días", ha explicado la doctora Rosso.
- Esclerosis vascular: está excluido en verano por dos motivos. El primero, es que "exige usar medias de comprensión que son molestas en verano", ha explicado la doctora. Además, "si apareciera un hematoma, habría que evitar la exposición profunda".
- Peelings medios y profundos: sobre todo, nada recomendables para pacientes con fototipos altos (IV y V), según la experta. En estos casos "cualquier tratamiento que lesione la barrera epidérmica pueden cicatrizar pigmentando, y más aún si se trata de tratamientos agresivos y en momentos de mucha exposición solar".
- Microinjertos capilares: exige un número determinado de sesiones, indica la SEME, y tras las intervenciones, "la sudoración es contraproducente", según la doctora.
- Luz pulsada: la SEME manifiesta que se trata de la aplicación de una luz similar al láser, pero se aplica a alta intensidad y en frecuencia de pulsos. Por lo tanto, "aunque no lesione la barrera cutánea, sí irrita ligeramente la piel y es mejor evitar la exposición solar directa", ha finalizado Paula Rosso.