MADRID, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
Con motivo del Día Internacional del Tatuaje, que se celebra este 17 de julio, el Colegio Iberolatinoamericano de Dermartología (CILAD) ha destacado las técnicas de tecnologías láser para borrar tatuajes asegurando que la tecnología de picosegundos es "mucho más efecttiva" y tiene un riesgo mínimo de dejar cicatrices.
Este tipo de láser utiliza pulsos mucho más cortos que sirven para descomponer los pigmentos de color en partículas muy pequeñas, unos microfragmentos que los procesos naturales del cuerpo se encargan de eliminar de forma progresiva. No es dolorosa -el paciente solo nota calor en la zona- y reduce el número de sesiones a un mínimo de cuatro y un máximo de seis, con intervalos de unas dos semanas entre sesión y sesión.
No obstante, estas cifras son aproximadas y dependen de los pigmentos utilizados en el tatuaje, así como de la profundidad a la que se inyectan e, incluso, del color de la piel del paciente.
"Además, hay que tener en cuenta que existen más de 100 de estos pigmentos y muchos de ellos no están regulados por las autoridades sanitarias. Por todo ello es difícil establecer a priori la eficacia del tratamiento", asegura el presidente del Colegio Iberolatinoamericano de Dermatología (CILAD), José Luis López Estebaranz.
Asimismo, asegura que los colores oscuros son los que mejor se eliminan, principalmente el negro, el azul y el rojo. "Los naranjas y violetas también se aclaran bien, mientras que el verde y el amarillo son los más difíciles de reducir, y suelen requerir un mayor número de sesiones", resume. En general, este tipo de tratamientos consiguen reducir la intensidad del tatuaje por encima del 95 por ciento.
Para el cuidado de la piel tras un borrado de tatuaje, se suele emplear una pomada antibiótica e hidratante en la zona tratada. Una zona que debe mantenerse limpia en todo momento, lavándose sin frotar al menos dos veces al día con un jabón de pH neutro
Por otra parte, si el tratamiento de borrado del tatuaje se realiza en verano, hay que tener en cuenta diversos aspectos.
Uno de ellos es evitar el sol en la zona tratada, de hecho, la exposición directa está desaconsejada si se utiliza cualquier tratamiento con láser. Y si el proceso ha terminado y la zona ya ha curado, es importante proteger la piel con crema solar factor 50+ o superior.
Por otra parte, si el tratamiento está a punto de comenzar se deben tomar muchas precauciones para que la piel no se queme, ya que si esto ocurre sería inviable la utilización del láser. Y si no se quema pero sí se broncea demasiado, la eficacia del tratamiento podría disminuir.