MADRID, 31 Jul. (INFOSALUS) -
Los dientes de oro fueron símbolo de opulencia y de bienestar económico décadas atrás, incluso a las dentaduras postizas completas se les ponían para otorgarles naturalidad. Más tarde, los aires dramáticos de Hollywood llevaron a los españoles a desear dentaduras perfectas muy blancas. En la actualidad, los actores continúan marcando tendencia en los adornos dentales, al igual que raperos y boxeadores.
Según explica a Infosalus el doctor Óscar Castro, presidente del Consejo General de Colegios de Dentistas de España, el oro fue sinónimo de opulencia y se utilizaba también por su gran maleabilidad para las piezas dentales aunque en estos días se emplee sólo por una minoría de la población española para la restauración y decoración dental.
"Las decoraciones en los dientes constituyen una forma de moda, los tatuajes permiten establecer una distinción con los demás y a nivel de boca se conoce desde hace una década junto a los brillantes que se pegan en los dientes", explica Castro.
El tallado agresivo de los dientes procede de las culturas precolombinas y se realizaba como paso de la adolescencia a la madurez para dar un aspecto de ferocidad ante el enemigo. Su uso actual se deriva de modas estadounidenses en las que los deportistas y cantantes se ponen artefactos bucales: se tallan los dientes en formas puntiagudas, emplean tatuajes, 'piercings', fundas.
Brillantes auténticos, artefactos de oro y platino que se ponen y se quitan o tatuajes son normales en cantantes de rap o boxeadores como un medio para llamar la atención. "Madonna puso de moda el diastema, la separación entre los incisivos centrales, que luego popularizaron otros actores y actrices para diferenciarse de los demás y que se popularizaron entre sus seguidores. También Madonna o Colin Farrell han lucido dientes de oro", comenta Castro.
Por Internet también se pueden adquirir calcomanías que tienen un carácter provisional pero el tallado del diente y la colocación de una funda son procesos irreversibles y que requieren quitar y poner coronas.
CULTURA HEDONISTA Y BLANCOREXIA
Todo ello viene de la mano de la cultura de la perfección, personas que se decoran los dientes o buscan la perfección a través de dientes excesivamente blancos. Se trata de la blancorexia, que quizás se pueda considerar una patología dental. El color del diente viene determinado por los genes y el consumo de elementos con capacidad para tintarlos o hacerlos más propensos al cambio de color como vino, tabaco, café o té.
Quienes desean tener los dientes más blancos consiguen mediante sucesivos tratamientos blanqueantes, carillas o fundas de porcelana una dentadura de un blanco que no existe en los dientes naturales y que aunque supone una alteración anómala del diente da una imagen de salud que demandan muchas personas. "Es común descubrir la blancorexia en personas muy bronceadas que abusan del sol y con dientes que vuelven tan blancos que el contraste resulta exagerado", apunta Castro.
Hay personas que de forma provisional utilizan un diente de plástico en el que se puede tatuar algún dibujo con el objeto de acudir a algún evento y cuya duración es de solo unos días. "Son modas exportadas poco vistas, lo que hoy prima es la blancorexia", señala el odontólogo.
PRECAUCIONES DE USO
Según explica a Infosalus Castro, en Estados Unidos y Japón son más frecuentes las decoraciones dentales debido a que existe una gran amplitud poblacional y modas que para la cultura europea son extremas, aunque no así en Japón, donde hace algún tiempo era tendencia tener los dientes montados o apiñados entre sí cuando en España lo que prima es justo lo contrario, su alineación perfecta.
Estas decoraciones las debe de realizar un profesional porque la boca es la entrada de muchas infecciones. Si es reversible o pegado al diente no tiene contraindicaciones pero si se implica al tejido dentario las precauciones se deben extremar. Los tatuajes pueden ser calcomanías que se pegan al diente y si es sobre una corona se ponen pigmentos que un técnico protésico dental utiliza o dibuja sobre el diente: flores, calaveras, etc.
Las precauciones que hay que tener, como en cualquier tratamiento en la boca, es que esté controlada la salud de encías y dientes para soportar algo extraño no funcional. Además, las bacterias van a seguir actuando sobre las encías y el diente puede retener más placa bacteriana lo que requiere de más revisiones y más limpieza.
Sobre el 'piercing', Castro apunta la importancia de la salud vascular de la boca y señala que estos accesorios pueden provocar más infecciones. Los profesionales de la salud dental se oponen a cualquier 'piercing' ya que provocan un choque y fricción con los dientes y las mucosas dentales que perjudica la salud de la boca. "La lengua es un músculo muy vascularizado, básico para el habla y la deglución de alimentos", concluye.