MADRID, 2 Sep. (EDIZIONES) -
Son numerosos los expertos en Tricología, dermatólogos especialistas en diagnóstico y tratamiento de alopecias, que han constatado en sus consultas, y tras los meses de confinamiento, un notable incremento de pacientes aquejados de pelo débil o de una mayor caída de pelo. Todo tiene su explicación y en este caso tiene solución. Aquí te lo contamos.
"En estos últimos meses hemos asistido a un aumento muy notorio de los casos de efluvio telógeno (o caída del cabello por estrés) debido al confinamiento, y en muchos casos también debido a la propia infección por coronavirus. Independientemente de lo anterior, en los últimos años también han aumentado las consultas por diferentes tipos de alopecia, como la alopecia frontal fibrosante", asegura en una entrevista con Infosalus el miembro del Grupo de Tricología de la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV), el doctor Sergio Vañó.
Según explica, estos episodios han podido desencadenar un proceso llamado 'efluvio telógeno agudo', en el cual se produce una caída intensa de pelo durante 3-6 meses, debido a que múltiples folículos pilosos se sincronizan para entrar en fase telógena o fase de caída", explica.
En concreto, el doctor Vañó recuerda que existen algunas formas de alopecia causadas por el estrés, fármacos, o por problemas autoinmunes, entre otros factores. Por ello, es a su juicio importante el hacer un diagnóstico concreto del tipo de alopecia, pues existen más de 100 tipos distintos.
Eso sí, el también dermatólogo y tricólogo del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid confiesa que, aunque este episodio de caída o debilidad en el pelo sea muy llamativo, "es un proceso autorresolutivo y que mejorará pasados unos meses".
En concreto, el 'efluvio telógeno agudo' que ha surgido en este contexto en muchos pacientes se corresponde con "una alteración del ciclo de crecimiento del pelo", según señala, y que es muy frecuente en mujeres jóvenes, pero también puede suceder en varones y a pacientes con edades mayores.
Es más, cita que el efluvio telógeno agudo sucede cuando la raíz del folículo piloso sufre un daño específico que interrumpe su ciclo de crecimiento. "Desde que se produce el daño hasta que la caída resulta evidente pasan unos 2-3 meses", aclara.
Además, indica que algunos ejemplos de agresiones que pueden producir un efluvio telógeno son las infecciones, las cirugías, los eventos traumáticos o estresantes, como podrían ser estos meses de confinamiento o la propia COVID-19, un parto, o déficits vitamínicos, entre otros.
IMPORTANTE CORREGIR LA CAUSA
"En ocasiones la causa no se podrá identificar claramente y en otras situaciones los motivos del efluvio son múltiples. Cuando la causa es tratable, como por ejemplo el déficit de hierro, es importante corregirla para que el efluvio telógeno mejore", destaca el tricólogo.
De hecho, señala que existen algunos tratamientos que pueden ayudar a atenuar esa caída y a mejorar el aspecto del pelo que crece nuevo, aunque siempre dependiendo del tipo de alopecia.
"Existen tratamientos que pueden no sólo estabilizar, sino también mejorar la densidad capilar. Pero antes de empezar un tratamiento es necesario un correcto diagnóstico. Por ejemplo, para la alopecia androgénica (causa más frecuente de alopecia), existen terapias muy efectivas como los antiandrógenos orales, tópicos o inyectados, el minoxidil oral o tópico, y otras nuevas terapias como el plasma rico en plaquetas o el láser de bajapotencia", detalla el experto en alopecias.
En el caso del efluvio telógeno agudo, Vañó reitera que éste tiende a desaparecer por sí mismo cuando la causa inicial desaparece por lo que el primer tratamiento consistiría en detectar la causa y eliminarla si sigue presente. "La caída se frenará progresivamente, notando cada vez menos pérdida de pelo. Después comenzará una fase de recrecimiento con pelo fino corto que, poco a poco, se engrosará hasta recuperar la longitud y el tallo habitual. Todo este proceso es muy lento y puede durar hasta 12 meses, no hay que alarmarse si no se nota mejoría antes", mantiene el dermatólogo.
Ahora bien, precisa que el tratamiento más específico del efluvio telógeno agudo se recomienda cuando la causa no se puede eliminar o va a estar presente mucho tiempo y hay riesgo de que el efluvio se convierta en un proceso crónico (de varios meses de duración); si se quiere favorecer la fase de recrecimiento y preparar el folículo piloso para que regenere el cabello correctamente; o bien si se detecta una alteración analítica que necesita un suplemento o fármaco.
En todos los casos, dice que se recomienda el lavado frecuente del cabello (un mínimo de 3-4 veces a la semana), para eliminar todo el pelo maduro que va a caer tarde o temprano. Al contrario de la creencia general, esta medida acortará la fase de caída y acelerará la llegada de la fase de recrecimiento.
Según concreta el miembro de la AEDV, algunos de los tratamientos más utilizados son los suplementos vitamínicos y nutricionales, aunque aprecia que pueden ser beneficiosas también las lociones o sérums que regulen el ciclo capilar y fortalezcan el pelo en recrecimiento; entre otras opciones.
Sobre si hay alimentos que favorezcan un pelo más sano, el tricólogo Sergio Vañó subraya que es fundamental siempre seguir una dieta equilibrada para mantener un correcto aspecto del cabello.